La demencia es una enfermedad que despierta mucho temor pero también interés, en la búsqueda de estar alertas ante los primeros síntomas y controlar su avance mediante un diagnóstico y tratamiento adecuados. Según la organización benéfica Race Against Dementia la demencia afecta el cerebro y provoca problemas de memoria, pensamiento y comportamiento. Al tratarse de una enfermedad progresiva empeora con el tiempo.
Por Infobae
Si bien el Alzheimer es la demencia más conocida y representa la mayoría de los casos, existen al menos 200 tipos diferentes de esta enfermedad, cada uno con sus propios síntomas, causas y tratamientos.
El doctor Alejandro Andersson, médico neurólogo, director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires, INBA explicó a Infobae: “La demencia es un cuadro de deterioro cognitivo -de cualquier causa-. Es la persona que era normal, tanto mental como cognitivamente, y que dejó de serlo por alteración o pérdida de su memoria, orientación, juicio, inteligencia ejecutiva, etc… Demencia es un ‘paraguas’ que agrupa a todas las causas. La enfermedad de Alzheimer es responsable de aproximadamente las dos terceras partes de la demencia. Pero hay muchas otras causas: neurodegenerativas, vasculares, infecciosas, autoinmunes, traumáticas. neoplásicas, etc.”.
De acuerdo al doctor Lisandro Olmos, especialista en rehabilitación neurológica y director de Rehab Center, “la demencia es un término que se utiliza globalmente para describir un conjunto de síntomas cognitivos y conductuales que afectan fundamentalmente las habilidades sociales, memoria y pensamiento y pueden ser ocasionadas por múltiples enfermedades que tienen en común muchos síntomas, que interfieren en la vida diaria de las personas”, expresó a Infobae.
Y añadió que los síntomas más frecuentes son los cambios cognitivos: “La pérdida de memoria; dificultades para comunicarse, para encontrar las palabras; en las capacidades visoespaciales, como perderse mientras se conduce; trastornos para resolver problemas o en la capacidad de razonamiento abstracto; dificultades para resolver tareas complejas, para planificar y organizarse; en el control de los movimientos, confusión y desorientación; cambios en la personalidad y asociaciones con depresión, ansiedad, agitación y comportamiento inapropiado que también pueden acompañar a muchos de los síntomas cognitivos enumerados anteriormente”.
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