Gazprom (MCX:GAZP) advirtió hoy a Moldavia que si no salda completamente su deuda con el consorcio gasístico ruso le suspenderá el suministro de gas a partir del 1 de diciembre.
«Si no se efectúa el pago completo por el suministro de gas y, consecuentemente, no se firma un nuevo contrato para el 1 de diciembre, entonces Gazprom suspenderá el bombeo de gas», aseguró hoy Serguéi Kupriánov, portavoz de Gazprom.
Kupriánov admitió que la situación con la antigua república soviética es «muy complicada», pero agregó que «la culpa recae completamente en las autoridades de Moldavia», que declararon el viernes el estado de emergencia hasta el 20 de noviembre por la escasez de gas.
«Estamos hablando de una crisis de impago del gas ruso por parte de Moldavia», explicó.
Actualmente, precisó, «el principal de la deuda asciende a 433 millones de dólares y teniendo en cuenta los atrasos en el pago, la suma total es de 709 millones de dólares».
Criticó a Chisinau por negarse a reconocer «la deuda acumulada» y rechazar la nueva tarifa que le ha ofrecido el gigante ruso.
«Pese a la deuda acumulada, la parte moldava se dirigió con la petición de prolongar el contrato de suministro de gas en octubre y noviembre. Gazprom cede, firma un contrato para octubre y se muestra dispuesto a prolongarlo en noviembre en caso de que Moldavia pague completamente los envíos de septiembre y octubre de este año», señaló.
Expresó también su incomprensión por que Moldavia se proponga liquidar la compañía Moldova-Gaz, la que contrajo la deuda con Gazprom.
«Hay que pagar a tiempo por el producto recibido. Aquí no hay ninguna política. Gazprom es una compañía accionarial y no puede trabajar con pérdidas (…). Toda paciencia tiene un límite. Moldavia ha provocado la crisis con sus propias manos», dijo.
La primera ministra moldava, Natalia Gavrilita, aseguró que su Gobierno no reconoce «la deuda histórica» con Gazprom y además consideró que dicho asunto no debe ser abordado en el nuevo contrato de gas con Rusia.
Moldavia, que tiene cubiertas solo dos tercios de sus necesidades de gas en octubre, declaró el estado de emergencia después de que las negociaciones entre ambas partes en Moscú para la firma de un nuevo contrato -el anterior expiró el 30 de septiembre- concluyeran sin acuerdo.
Según explicó hoy el viceprimer ministro moldavo, Andréi Spinu, Gazprom exige el pago de la deuda y plantea un precio del gas que «no es rentable».
«Moldavia no puede aceptar el pago de gas a un precio mayor que el resto de países de la región», dijo hoy en las redes sociales a su regreso de la capital rusa.
Mientras, Rusia mantiene que, en caso de que saldara su deuda a tiempo, estaba dispuesto a hacer un descuento del 25 % en el precio del gas, pero Chisinau exigió un 50 %.
A su vez, según Spinu, Gazprom sí se ha comprometido a incrementar el bombeo de gas con destino a Moldavia hasta alcanzar 5 millones de metros cúbicos al día.
Ante esta situación, Gavrilita anunció que el Gobierno de su país negocia también la compra de gas natural con Ucrania, Rumanía y Polonia, negociaciones alternativas para diversificar sus fuentes de energía que fueron confirmadas hoy por Spinu.
Este contencioso bilateral coincide con la crisis en el mercado energético europeo, de la que el presidente ruso, Vladímir Putin, ha culpado a la Unión Europea.