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Gianfranco Napolitano, las dudas sobre sus negocios y sus «amistades peligrosas»

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El empresario Gianfranco Napolitano, dueño de acciones de la cadena radial Rumbera Network, según el Registro Nacional de Contratistas (RCN), es propietario y accionista mayoritario de las empresas Consorcio de Entretenimiento Global, C. A. y Construcciones e Inversiones Vesubio, C. A.

De acuerdo con una orden publicada el 9 de febrero de 2012 por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en octubre del año 2011, Construcciones e Inversiones Vesubio, C. A. fue embargada luego de que vincularan a Napolitano con la apropiación de recursos aprobados para obras públicas en el estado Yaracuy. En este caso, el ex gobernador Carlos Giménez fue acusado por daño patrimonial por más de 200 millardos de bolívares.

En 2012 el entonces vicepresidente, Nicolás Maduro, lo calificó, junto a otras personas, “en situación de prisioneros y exiliados, sujetos a la decisión que por vía de la facultad constitucional otorgada al Presidente de la República, operadores de justicia, y Ley de Amnistía y Reconciliación Política, son tratados dentro del marco del diálogo nacional convocado por el Presidente de la República”.

También fue acusado por Didalco Bolívar, exgobernador del estado Aragua, como aliado de Ismael García en hechos de corrupción. Según una publicación del blog Fuera de Pauta, Miguel Ángel Rodríguez, diputado de la Asamblea Nacional, fue su asesor editorial y director general de sus medios en Miami, Estados Unidos. En esa ciudad de Norteamérica fue demandado por Gianfranco Rondón, joven empresario del estado Anzoátegui, ligado al exministro de Relaciones Interiores, Miguel Rodríguez Torres. Napolitano y la periodista Patricia Poleo acusaron a Rondón de ser un “enchufado”.

El 10 de julio de 2015 el periodista Antonio Delgado publicó en El Nuevo Herald, un reportaje donde relata el inicio de la disputa entre Napolitano y Rondón, que tendría su origen en el intento del empresario de origen italiano de cobrar supuestamente un soborno de $5 millones al anzoatiguense, para lo cual Napolitano usó el periódico Doral News y Doral TV.

Gianfranco Napolitano pasó de tener una ferretería en el pueblo llanero de Tinaquillo a levantar más de 40 empresas entre Estados Unidos y Panamá.

En el camino dejó una estela tan controversial que ni siquiera el bufete de Mossack Fonseca quiso tenerlo como cliente. Del chavismo obtuvo varios contratos públicos en el estado Yaracuy, desde donde huyó tras las acusaciones por corrupción contra el ex gobernador Carlos Giménez. Mientras en Miami se declaraba en bancarrota, ponía su plataforma de medios a la orden del diputado Luis Parra, cabecilla de la llamada “fracción Clap”.

“Tengo siete años en los Estados Unidos, tuve que venirme al exilio por enfrentar al régimen y al gobierno del hoy muerto Hugo Chávez y sus gobernadores regionales”. Así se describía Gianfranco Napolitano frente a las cámaras de su canal televisivo Doral News TV en julio de 2015. Para entonces el empresario venezolano, oriundo del estado Cojedes -entidad llanera del centro occidente del país, se había convertido en propietario de una plataforma de medios de comunicación instalada en el estado de Florida tras una dilatada relación con el chavismo, que lo cobijó desde sus primeros pasos en su estado natal, reveló Armando.info.

Rodeado siempre de amistades peligrosas, Napolitano ha cultivado una extensa comunidad de amigos y colaboradores en ambos extremos del espectro político venezolano, y aunque hoy se erige como adalid del antichavismo su pasado lo traiciona. La amistad que mejor explica esos matices le llevó a contactar hace unos meses al diputado Luis Parra, con quien mantiene cercanía en el también centrooccidental estado Yaracuy, donde desde hace años asentó buena parte de sus negocios.

Parra, quien junto a otros parlamentarios de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional hizo en 2019 gestiones en beneficio de los empresarios Alex Saab y Carlos Lizcano (responsables de los negociados en torno a las importaciones para las cajas Clap), necesitaba ayuda urgente en enero de 2020 tras un espectacular salto de talanquera: había pasado de ser una cara desconocida en las filas opositoras a ser el presidente de facto de la Asamblea Nacional. En medio de esa tormenta política, Napolitano ofreció a Parra su plataforma comunicacional en Florida para contrarrestar la fama de “traidor” asociada a su imagen. Con ello ambos revivieron el camino que cada quien decidió seguir hace quince años en el estado Yaracuy: Parra por los senderos de la política, Napolitano por el de los negocios.

Luis Parra comenzó su carrera política como dirigente estudiantil en el Instituto Universitario de Tecnología de Yaracuy. En 2005, en las planchas del partido político Convergencia -ese que concentró a los seguidores de Rafael Caldera desde 1993 y que por algún tiempo fue la primera fuerza política en Yaracuy, tierra natal del dos veces presidente-, alcanzó una curul en el Concejo Municipal de Independencia. Ese mismo año, Napolitano -cuya experiencia se limitaba al comercio a través de una ferretería- empezó a acaparar las contrataciones para la venta y distribución de alimentos destinados a los programas sociales de la gobernación de Yaracuy.

Pero no tardó mucho en decantarse por el negocio mediático. Así, se convirtió en propietario del diario La Noticia de Cojedes y en Yaracuy creó la televisora Teleyaracuy, el impreso Diario de Yaracuy y la emisora Rumbera Network. En Florida, Napolitano es propietario del homónimo circuito Rumbera Network, y de un diario y una televisora con la denominación Doral News y Doral News TV, apelando así al nombre de la ciudad al oeste de Miami donde se concentró una gran porción del exilio venezolano. Desde 2010 comenzó la vinculación de Parra con los medios de comunicación bajo el control de Napolitano. En el dial 106.5 FM de Rumbera Network en San Felipe, capital de Yaracuy, Parra condujo junto al concejal Miguel Ponente el programa “Más claro no canta un gallo”.

Un total de 29 empresas inscritas en Estados Unidos y 15 en Panamá constituyen la amplia red de compañía por donde transitan los negocios y la fortuna que amasó napolitano desde sus primeros contactos con la gobernación de Yaracuy.

En 2012 Napolitano tocó la puerta de Mossack Fonseca, su deseo era transferir el control de las sociedades que había registrado entre 2008 y 2009 en Panamá como parte de la estrategia de internacionalización de Napolitano para movilizar el capital de sus negocios entre ellas HolsenTraiding Inc, Minden Asosiate, Inc y Pineda Holdings, figuran como propietarios su chofer José Luis di Palma Silva y Rocío y Lucía Reyes Casadiego.

El primer contacto con Mossack Fonseca lo hizo un banco español con el que Napolitano hacía negocios y que apenas unos meses más tarde sería absorbido por el Banco Santander.

En un correo electrónico incluido en la filtración del Panamá Papers de fecha 3 de mayo de 2012 un representante de la entidad bancaria le comunicó al personal del bufete las aspiraciones de su cliente, necesitamos un poder general a nombre de Lucía Reyes para las sociedades Kira y Honsel son sociedades patrimoniales aunque Holsen pasará a ser operativa al entrar en un negocio de gestión de cajeros automáticos en Puerto Rico y República Dominicana.

Por otra parte nuestro cliente quiere transferir desde Alfaro Ferrer una fundación Xiant y dos sociedades Milden y Pineda, en definitiva que seáis vosotros el agente registrador. Él que se pondrá en contacto con vosotros para esto.

 

 

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