El Tribunal Penal Federal (TPF) de Suiza rechazó en 2020 no menos de diez apelaciones presentadas por el abogado venezolano Héctor Joseph Dager Gaspard y sus compañías offshore.
Esta ofensiva le costó 40 mil francos en honorarios legales: migajas en comparación con los 233 millones de dólares que, entre 2008 y 2016, fueron pagados en sus cuentas suizas por entidades vinculadas a la multinacional brasileña Odebrecht.
Según un reporte de Expresa, las cuentas de Héctor Joseph Dáger Gaspard habían sido bloqueadas por la Oficina de la Confederación del Ministerio Público (MPC) tras sospechas de blanqueo de dinero de las licitaciones ganadas por Odebrecht en Venezuela. En Febrero de 2017, la oficina del fiscal federal también lanzó un procedimiento contra el intermediario venezolano.
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La falta de cooperación de las autoridades de Caracas y la existencia de investigaciones paralelas en Estados Unidos y Brasil – llevaron a Berna (capital de Suiza) al cierre del proceso judicial en diciembre de 2019. Los fondos aún continúan en sus cuentas de Suiza, unos 73 millones de dólares.
A pesar de esta pérdida en el enjuiciamiento y la liberación de sus cuentas, Héctor Joseph Dáger Gaspard permanece en el centro de varias cartas de solicitud internacionales. En Enero de 2020, el TPF había rechazado cuatro apelaciones de compañías offshore que intentaban bloquear una solicitud de Estados Unidos.
En abril de 2018, luego de ser informado espontáneamente por Berna, Brasilia había solicitado acceso a la documentación relativa a las cuentas de Héctor Dáger en Ginebra, Zurich y Lugano con ocho bancos (EFG Bank, Julius Bär, UBS, HSBC Suiza, J Safra Sarasin, Credit Suisse y JP Morgan Suiza).
En noviembre de 2019, Dáger Gaspard y sus compañías offshore se opusieron a la decisión del MPC de enviar el material a Brasil. Los abogados de Dáger Gaspard plantearon varias quejas, todas rechazadas por los jueces de Bellinzona (Suiza).
Dáger Gaspard acusó primero a Brasil de no respetar los acuerdos internacionales y afirmó que la carta rogatoria violaría el “orden público y los intereses esenciales de Suiza”. También declaró que las autoridades judiciales brasileñas no son competentes para procesar los hechos que son objeto de la solicitud para asistencia.
El abogado venezolano también apeló la clasificación de los procedimientos lanzados contra él en Suiza, lo que equivaldría a una absolución. La ayuda a Brasil violaría el principio de ne bis in idem («Nadie podrá ser procesado, ni sancionado más de una vez por un mismo hecho, siempre que se trate del mismo sujeto y fundamento»).
Los jueces recordaron que el abandono del procedimiento por falta de evidencia “no equivale a una absolución o disolución que excluya asistencia internacional“. En vista que el desistimiento fue también ordenado sobre la base de una investigación en curso en Brasil, la decisión del MPC no podía tener efecto a nivel de ne bis in idem.
Los jueces de Bellinzona no aceptaron la afirmación de que las autoridades brasileñas violarían las garantías previstas en los acuerdos internacionales (embargo de bienes en Suiza sin autorización previa del juez, publicación en Internet de datos relacionados con Dáger, etc.). De hecho, las apelaciones por las compañías offshore archivadas que no son objeto de los procedimientos en Brasil, son un punto que ni siquiera debe ser examinado.
Héctor Joseph Dáger Gaspard aparece vinculado al flujo de 235 millones de dólares que la Fiscalía suiza atribuye a la trama de Odebrecht. También compartía cuentas con Euzenando Prazeres de Azevedo, el director de la constructora brasileña en Venezuela.
Depósitos a cuentas bancarias atribuibles a Héctor Joseph Dager Gaspard provenientes de terceros disparó internacionalmente las alarmas antilavado.
Un total de 180 millones de dólares entre 2010-2015 provenientes del Consorcio OIV Tacoma realizados a su cuenta al banco Banesco Panamá con referencia a «material de compra» que curiosamente nunca se entregó, despertaron sospechas.
Además recibió «abonos» de parte de BEUMONT INVEST LTD. por montos que van desde 4.5 millones de dólares hasta 6.6 millones de dólares provenientes de una cuenta bancaria atribuible al grupo Odebrecht, la cual era utilizada como «caja negra» según reportaron funcionarios investigadores.
De igual forma Héctor Dager recibió dinero del cambista brasilero Alberto Yousseff, mediante Trend Bank LTD.
Héctor Josep Dager Gaspar fue el negociador con el director general de en Venezuela, Euzenando Acevedo. Tiene una averiguación por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y en Brasil.
Héctor Josep Dager Gaspard, nacido el 11/10/1954, es hermano de Raúl José Dager Gaspard y Luis Dager Gaspard.
Según la web chavismoinc.com, Dager Gaspard aparece vinculado a varias compañías, entre estas Grupo Panabee, S.A.; BMS Invesment; Kenvest, Corp (Panamá); Ocean Bussiness Ltd; Alquimia Holdings e Innovation Research Engineering And Development (Antigua).
Procuradores de Suiza habían descubierto que Euzenando Azevedo, quién delató a Odebrecht en Venezuela, tiene en el país helvético cuentas bancarias con cifras millonarias a su nombre. Asimismo, el portal web O Globo aseguró que Azevedo, ocultó datos en el acuerdo con la justicia brasileña y a la propia Odebrecht, al desviar recursos de la empresa a sus cuentas personales en Suiza, cuyas cuentas eran compartidas con un “cabildero venezolano, a quién Odebrecht entregó propinas durante años”.
Euzenando Prazeres de Azevedo señaló a Héctor Dager Gaspard como uno de los comisionistas que había reclutado, para lograr que el gobierno del presidente Hugo Chávez bajara los recursos que debía en obras como la aun inconclusa represa hidroeléctrica de Tocoma, al sur del país, en el estado Bolívar.
Azevedo señaló a Dáger como un lobista o gestor que agilizaba los desembolsos que la burocracia chavista represaba en Caracas. “Él consiguió que Edelca (la empresa pública Electrificación del Caroní) nos pagase directamente en una semana o semana y poco”. Eso explicó, sentado en el banquillo de los acusados, frente a dos fiscales que tomaron su testimonio en los tribunales de la ciudad de Aracajú, al extremo oriental de Brasil.
Según el site RSI News, el ministerio público de la confederación suiza, sorprendentemente, renunció al dinero del abogado venezolano, sospechoso de lavado, como parte de la investigación internacional sobre el sistema de corrupción establecido por el gigante de la construcción brasileño Odebrecht en el centro de la maxi-investigación de Lava Jato. El dinero, según la fiscalía, abandonó Venezuela, pasó por Brasil y fue limpiado en bancos suizos.
El Ministro de Justicia de Brasil Sergio Moro ordenó una investigación minuciosa sobre los posibles ilícitos, pagos de sobornos, comisiones y sobreprecios de la empresa constructora Odebrecht en Venezuela, donde aparece como uno de los sospechosos principales el abogado venezolano Héctor Dager Gaspard.
A través de diversos medios de comunicación se conoció que Dager Gaspard fungió como cabildero para la firma brasileña y ahora estaría afincado con su familia en Panamá.
Se presume que empresas contratadas por el abogado han desplegado una campaña de limpieza de reputación en la internet con el objeto de intentar desvincular su nombre con el caso Odebrecht.