No es la primera vez que a Julio Herrera Velutini se le vincula con irregularidades en el sector financiero. Se trata de uno de los protagonistas de la crisis financiera venezolana de 2009 por su opaca gestión al frente de Helm Bank y Banco Real.
El prestigioso medio británico Financial Times, investigó durante meses las donaciones del banquero venezolano Julio Herrera Velutini al Partido Conservador (Tory), en especial a la campaña de Boris Johnson. De acuerdo con la nota firmada por Cynthia O’Murchu, Stefania Palma y Jasmine Cameron-Chileshe, desde que Johnson llegó al número 10 de Downing Street en 2019, Herrera Velutini ha donado mas de medio millón de libras esterlinas.
Los donativos se hicieron a través de Britannia Financial Group, una oficina de servicios financieros creada por Velutini en 2016 con el nombre inicial de Helvetica Financial Group.
Reino Unido no es el único país donde Velutini financia a políticos. En días pasados se conoció la acusación del Departamento de Justicia de EEUU, contra el dueño y presidente de Bancredito International Bank and Trust, la entidad financiera registrada en el estado libre asociado.
Un gran jurado federal sostiene que Velutini y otros cuatro acusados presuntamente crearon en 2019 un esquema de sobornos a beneficio de la ex gobernadora de Puerto Rico Vázquez Garced – detenida por el FBI y en arresto domiciliario desde la semana pasada- a cambio de paralizar los requerimientos de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF), el ente regulador, sobre Bancredito International Bank & Trust por numerosas deficiencias y operaciones sospechosas. La OCIF había estado investigando a Bancredito desde 2019 y en diciembre pasado impuso sanciones al banco.
Los sobornos, que rondarían entre los 500 mil y los casi dos millones de dólares, según la acusación, se habrían concretado a través de donaciones para la campaña de Vázquez Garced y del supuesto pago de los servicios de una consultora londinense experta en campañas políticas para apoyar a la exgobernadora.
A cambio de la asistencia electoral, los documentos judiciales señalan que Vázquez Garced se comprometió en secreto a destituir al jefe de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF), el regulador que estaba investigando a Bancredito por graves irregularidades de lavado de dinero, incluidas violaciones de las Leyes de Secreto Bancario y la Ley Patriota, por la falta de emisión de informes de actividades sospechosas relacionadas principalmente con transacciones de las propias cuentas de Julio Herrera Velutini.
Como ciudadano extranjero, era ilegal que Herrera Velutini financiara una campaña política en los Estados Unidos y la acusación afirma que el banquero lo hizo con el propósito específico de cerrar las investigaciones de las autoridades financieras de Puerto Rico sobre actividades sospechosas de su banco, Bancredito International, con sede en Puerto Rico, de la cual Herrera-Velutini era presidente y principal accionista.
El mismo día en que el Departamento de Justicia de Estados Unidos develó la acusación, Herrera Velutini renunció a la presidencia de Bancrédito.
Los otros acusados en la conspiración para lograr el control de la OCIF – además de Velutini y Vázquez Garced – son el ex agente del FBI Mark T. Rossini; el asesor y lobista de la ex gobernadora, John Blakeman y la directora de Bancredito, Frances M. Díaz Fosse. El grupo se enfrenta a condenas de veinte años. El ministerio público habría iniciado los trámites para la extradición de Herrera Velutini desde Reino Unido y la de Rossini, quien se encontraría en España. Este martes se conoció que Rossini se puso a disposición de las autoridades de EEUU, al tiempo que solicitó permanecer bajo vigilancia en España por razones de salud, solicitud que le fue negada.
También este martes, la OCIF anunció la liquidación “voluntaria” de Bancrédito. El proceso, que durará unos seis meses— tiene como objetivo que Bancrédito cumpla con sus obligaciones para con los depositantes y asegurarse de que un
tercero independiente evalúe las transacciones efectuadas por y a través del
banco entre el 1 de octubre de 2016 y el 17 de diciembre de 2020 en busca de operaciones sospechosas.
La acusación de Puerto Rico coloca de nuevo sobre el tapete el controversial método de financiamiento político del Partido Conservador británico a cargo de William (Ben) Elliot, sobrino de Camilla, la esposa del Príncipe Carlos. Durante su gestión al frente de las finanzas del partido desde 2019, se han aceptado donaciones controversiales, incluso de la esposa del exministro de Finanzas de Vladimir Putin, que llevaron a la oposición a pedir su renuncia. Elliot es el fundador y ex director de Hawthorn Advisors, una consultora que tenía entre sus clientes al Britannia Financial Group de Herrera.
Según Financial Times, Britannia Financial figuró entre los patrocinantes del concierto que se celebró en Reino Unido por el 70 aniversario de la ascensión de Isabel II al trono británico.
Medios ingleses señalan que Britannia Financial Group Limited estuvo inactiva mucho tiempo antes de presentar sus primeras cuentas auditadas a mediados de 2020, cuando se describió a sí misma como una “sociedad de cartera para negocios globales dentro de la industria de servicios financieros”.
Posteriormente, el grupo desarrolló un sitio web, contrató personal y adquirió una serie de subsidiarias multimillonarias, emitiendo acciones por un total de 200 millones de Libras de valor de capital nominal.
El análisis de las cuentas anteriores de Britannia FG realizado por expertos ingleses, señala que el dinero que ha entrado en el holding no se ha generado en el Reino Unido, sino que proviene de Suiza, gracias a la inyección de efectivo del propio Herrera Velutini.
Registros públicos revisados por Cuentas Claras Digital señalan que Julio Martin Herrera habría renunciado a su cargo de director de Britannia Financial Group Limited el 11 de mayo de 2022, cuando la situación en Puerto Rico comenzó a complicarse.
Julio Herrera Velutini y la crisis financiera venezolana de 2009
Julio Herrera-Velutini lleva más de una década evadiendo procesos penales en su país de origen por presunto fraude financiero, alegando que los cargos tienen motivaciones políticas.
Según fuentes de la Fiscalía de Venezuela, Herrera Velutini huyó del país en 2009 después de ser citado para ser interrogado tras el colapso del Banco Real, que había vendido a Pedro Torres Ciliberto, un aliado del régimen de Chávez.
En 2010, Herrera Velutini presentó con éxito una demanda de derechos humanos contra las solicitudes de extradición de Venezuela ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, aduciendo ser objeto de persecución por parte del régimen venezolano sancionado “en el marco de una política estatal de hostigamiento y persecución de entidades y personas físicas participantes en el sector financiero y bancario”.
Residenciado en Londres pero viajando permanentemente entre Puerto Rico y sus residencias en Suiza e Italia, Herrera Velutini ha seguido inmerso en actividades relacionadas con el financiamiento político. En el 2021, cuando Vázquez Garced perdió las elecciones, Herrera Velutini donó 50 mil dólares a la campaña del gobernador Pedro Pierluisi. La prensa local ha reseñado los aportes de Herrera Velutini a políticos boricuas, tanto del Partido Popular Democrático como del Partido Nuevo Progresista, desde el 2016, justo un año después de que la OCIF comenzó a identificar irregularidades en Bancrédito.
Como se denunciara en el libro El Gran Saqueo de Carlos Tablante y Marcos Tarre, Herrera Velutini, a través de su oscura e irregular gestión al frente, tanto de Helm Bank como del Banco Real, es uno de los banqueros co-responsables de la crisis financiera ocurrida en Venezuela entre 2009 y 2011 en la que el país sufrió un incalculable daño patrimonial.