Compartir

Medio siglo atrás, un grupo de jóvenes vagaba por Los Ángeles y como tantos otros querían triunfar en la música. Eran un paisano de cada pueblo de la profunda geografía estadounidense. Don Henley, directo de Texas y Glenn Frey, oriundo de Michigan coincidieron en el grupo de sesión de Linda Rondstadt. y en medio de la gira sintieron que debían formar su propia banda. Pronto cruzarían caminos con Randy Meisner de Nebraska y Bernie Leadon de Minnesota y el viaje empezaba a tener sentido.

Por Infobae

La conformación de la banda fue un focus group de una sociedad en plena transformación cultural. Los ecos del verano del amor se habían apagado y el desencanto por la guerra de Vietnam era palpable. En ese panorama, el grupo supo hacer dialogar dos universos musicales: el country y el folk de la América profunda y el pop edulcorado que fluía en las marquesinas angelinas. Un viaje alucinado por el desierto de Mojave les dio el nombre. Eagles, Águilas, un nombre que remitía a los sentimientos más profundos del gran país del norte, muchos de los cuales la banda se proponía poner en discusión. Eran jóvenes, de clases medias tirando a bajas, con una cosmovisión un tanto diferente a lo que el status quo estadounidense hubiera querido reproducir.

Para 1975, la banda tenía un recorrido interesante y decidió que tenía material suficiente para publicar un álbum recopilatorio. Their Greatest Hits fue un éxito abrumador y se convertiría en el disco más vendido de la historia. Para iniciar el siguiente paso, el grupo sufrió unos cambios, sin perder la premisa geográfica. Ya se había sumado Don Felder -de Florida- y estaba afinando su guitarra Joe Walsh, oriundo de Wichita. Con estas armas, empezaron a trabajar en el material con el que empezarían la nueva etapa. Un disco, y una canción, que los iba a marcar para siempre.

Bienvenidos al hotel

Hotel California no se parecía mucho a lo que venía trabajando el grupo. Tenía una cadencia reggae, algún tufillo latino, sonaba mestiza a los oídos norteamericanos. La melodía la compuso Don Felder, jugueteando con su guitarra de doce cuerdas en su casa de la playa. Le sumó unas líneas de bajo y la pasó a Henley y a Frey. El primero le puso la letra, el segundo ultimó los ajustes. Los músicos y la compañía no se convencían en sacarlo como single y esperaron al año siguiente. La duración de seis minutos y medio, su larga introducción y su eterna coda de guitarra atentaba contra las premisas radiales.

Para leer la nota completa, aquí

Por abc noticias

www.abcnoticias.net es periodismo independiente

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *