Salud

Intoxicación por alimentos: qué y dónde no comer, según microbióloga

Hay ocasiones en que la enfermedad puede afectar el sistema nervioso y provocar un cuadro más grave. En este punto se presentan síntomas como visión doble o borrosa, dolor de cabeza, pérdida de movimiento en alguna extremidad, problemas para comer y debilidad

Por ahí dicen que «barriga llena, corazón contento», pero en ocasiones la alegría de saciar un antojo puede significar una intoxicación por alimentos. Según la Mayo Clinic, se trata de una enfermedad que se contrae por el consumo de una bebida o un alimento contaminado.

“Los síntomas de la intoxicación alimentaria a menudo son malestar estomacal, diarrea y vómitos. Los síntomas generalmente se presentan varias horas o días después de comer el alimento en cuestión”, explica la la Mayo Clinic.

Por lo general, los casos de intoxicación son leves y se pueden manejar en casa. Sin embargo, hay ocasiones en que la enfermedad puede afectar el sistema nervioso y provocar un cuadro más grave. En este punto se presentan síntomas como visión doble o borrosa, dolor de cabeza, pérdida de movimiento en alguna extremidad, problemas para comer y debilidad.

Causas de la intoxicación por alimentos

La Mayo Clinic destaca que las comidas y bebidas se pueden contaminar por varios factores, principalmente por bacterias, virus, parásitos, venenos o toxinas y el moho. Esos elementos llegan a los productos que consume por causa de un lavado de manos incorrecto, utensilios de cocina infectados, manipulación errónea de los ingredientes y un mal almacenamiento.

La doctora Primrose Freestone, microbióloga clínica y docente de la Universidad de Leicester, escribió un artículo para The Conversation, en el que explicó qué y dónde nunca comer, pues, según indicó, su profesión la hace ser más consciente que la mayoría de personas “del riesgo de infecciones transmitidas por alimentos”.

Pfrecisó que hay dos espacios en los que evita comer, o si lo hace primero los revisa muy bien: al aire libre y los bufés.

“Rara vez como al aire libre, ya sean picnics o barbacoas, ya que el riesgo de intoxicación alimentaria aumenta cuando los alimentos se toman al aire libre”, aseguró la especialista.

Añadió que en los espacios abiertos es difícil encontrar donde lavarse las manos para manipular los alimentos. Además, también mayor exposición a los insectos.

“Tienden a atraer una variedad de bichos voladores y reptantes, como moscas, avispas y hormigas, los cuales pueden transferir gérmenes, incluidos E. coli, salmonella y listeria”, afirmó.

La doctora recuerda que es muy importante mantener la temperatura correcta de los alimentos, y en el caso de los perecederos y fríos aconseja tenerlos bien cubiertos. “La cantidad de gérmenes puede duplicarse si se permite que los alimentos se calienten hasta 30 ℃ durante más de unas pocas horas”.

La micorbióloga advierte que “la intoxicación alimentaria es un riesgo inevitable a la hora de cenar en un bufé”, donde la comida está expuesta al polvo, insectos, y sobre todo a los gérmenes de los comensales.

“La contaminación proviene de los visitantes del bufé que tocan la comida, estornudan o tosen cerca”, dice.

Freestone recomienda no consumir alimentos tibios, es decir, que estén a menos de 60 ℃, y tener en cuenta cuánto tiempo ha estado expuesta la preparación. “Los alimentos perecederos dejarán de ser seguros para comer en dos horas si no se mantienen cubiertos y refrigerados”.

Qué no comer

En cuanto a los alimentos, la doctora Primrose Freestone explicó que evita comer ostras porque son animales que “se alimentan por filtración y pueden concentrar gérmenes, como vibrio y norovirus en sus tejidos”.

Las vibrio son bacterias naturales de los ambientes marinos salados y cálidos y pueden enfermar a los seres humanos, mientras que los norovirus son altamente contagiosos y la principal causa de intoxicación alimentaria en Estados Unidos.

«También es posible contraer una intoxicación alimentaria al comer mariscos crudos (almejas, mejillones, caracoles, berberechos). Solo como mariscos que estén bien cocidos porque el calor mata eficazmente los gérmenes dañinos”.

La doctora tampoco recomienda comer arroz cocido recalentado. “Esto se debe a que el arroz crudo puede contener esporas de Bacillus cereus, un germen que intoxica los alimentos, cuyas células mueren al cocinarlas, pero las esporas sobreviven”.

Según Freestone, una vez que el arroz se deja enfriar a temperatura ambiente, las esporas se convierten en bacterias, que se reproducirán rápidamente porque el arroz es un buen medio de cultivo.

La microbióloga comenta que en sus investigaciones ha descubierto que las lechugas almacenadas en bolsas pueden contener gérmenes como la E. coli, salmonella y listeria, razón por la cual no ingiere ensaladas en bolsas.

“Mi grupo de investigación ha descubierto que estos patógenos crecen más de mil veces mejor cuando se les administran jugos de hojas de ensalada, incluso si la bolsa de ensalada está refrigerada. Lo preocupante es que los mismos gérmenes utilizan los jugos de las ensaladas para volverse más virulentos y por tanto mejores para causar infecciones”.

Sin embargo, la profesional también aclara que la mayoría de las ensaladas en bolsa son seguras, siempre y cuando se refrigeren correctamente y si los ingredientes se lavan antes de consumirlos. No olvide que una vez abierto un alimento, debe consumirlo en el menor tiempo posible.

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