Una investigación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos concluyó con la declaración de culpabilidad de la empresa Glencore por corrupción y manipulación de los precios de productos básicos en sus operaciones en el extranjero. La multinacional se comprometió a un pago reparativo de más de mil millones de dólares al gobierno norteamericano y a los de Reino Unido y Brasil.
Convoca.pe presentó detalles del esquema de sobornos que siguió la gigante suiza y sus filiales en diversos países, tal como figuran en los documentos emitidos por las autoridades estadounidenses.
Acuerdos de consultorías falsas, pagos de facturas infladas y supuestas comisiones, así como el uso de empresas intermediarias fueron los principales métodos usados por algunos directivos, empleados y agentes de la multinacional minera Glencore International AG para ocultar sobornos por más de 100 millones de dólares en Nigeria, Camerún, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, República Democrática del Congo, Brasil y Venezuela. El fin de estos pagos ilícitos, en los que también participaron sus subsidiarias, fue obtener y retener negocios y se efectuaron entre 2007 y 2018, reveló Convoca.pe.
Para comunicarse y coordinar los pagos de los sobornos, en el sistema de corrupción de Glencore se utilizó un lenguaje codificado, en el que los involucrados se referían a los pagos como “periódicos”, “revistas” o “páginas”. También usaban las palabras “delta” y “archivos” para referirse a las coimas, tal como se evidenció en los correos electrónicos que intercambiaron los directivos, empleados, agentes, consultores e intermediarios de la multinacional.
Este esquema de sobornos fue identificado por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, que la semana pasada llegó a un acuerdo con la gigante internacional de minería y comercio de materias primas, con sede en Suiza, cuyos representantes aceptaron que se declare culpable de violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero y manipular los precios de productos básicos. También acordaron que se comprometería a pagar más de 1.100 millones de dólares al gobierno norteamericano y otros montos a los de Reino Unido y Brasil.
Glencore opera en el Perú a través de las mineras Antamina, Volcan, Antapaccay y Los Quenuales. Aunque en la investigación del gobierno norteamericano no se ha mencionado a Perú, esta multinacional tiene antecedentes de prácticas ambientales y tributarias cuestionables en territorio peruano,
Por otro lado, un extenso reportaje del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), del proyecto internacional Paradise Papers (2017), dio a conocer que Glencore operaba 107 compañías offshore con la asesoría del bufete internacional Appleby, con sede en Bermudas. La multinacional era una cliente tan importante para la firma legal, que esta tenía un espacio exclusivo en sus instalaciones, llamado «Sala Glencore», donde se guardaban los archivos e informaciones de sus opacas operaciones offshore.
El inicio de esta investigación se remonta al año 2017, cuando Glencore anunció en un comunicado una investigación interna a su subsidiaria Katanga Mining Limited, en el Congo, y la renuncia de tres directores de esta empresa. Además, reveló que la Comisión de Valores de Ontario, en Canadá, la estaba investigando por sus prácticas de gobierno corporativo y el cumplimiento de ciertas normas internacionales contra el soborno y leyes anticorrupción.
En el 2018, informó que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos la había citado para solicitarle información con respecto al cumplimiento de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA, por sus siglas en inglés).
Si bien la demandada es Glencore International AG (la matriz con sede en Suiza), en las prácticas corruptas están involucradas sus subsidiarias y filiales radicadas en varios países: Glencore UK Ltd y Glencore Energy UK Ltd (Reino Unido), Glencore Ltd (Estados Unidos), Glencore do Brasil Comércio e Exportação Ltda (Brasil), Glencore de México SA (México) y Glencore Mining Company 1 y Glencore Mining Company 2 (República Democrática del Congo).
Solo uno de los personajes claves en este entramado de corrupción aparece con nombre propio en la denuncia de las autoridades de Estados Unidos: Anthony Stimler, ciudadano del Reino Unido, que ocupó varios cargos en la empresa subsidiaria Glencore Energy UK Ltd, entre el 2002 y el 2019. En los últimos años, Stimler tenía la responsabilidad de comprar petróleo crudo en el extranjero. Entre los países proveedores de este combustible figuraba Nigeria.
Otros personajes de alto rango que actuaron en nombre de Glencore para la compra de petróleo figuran con sobrenombres, como Ejecutivo 1 (Glencore UIC), Ejecutivo 2 (Glencore y Glencore Marc Rich & Co), Ejecutivo 3 (Glencore). Además, aparecen trabajadores como Comerciante Y y Comerciante Z, ambos de Glencore Energy UK Ltd, y Empleado X (Glencore Brasil), Empleado Y (Glencore México) y Empleado Z (Glencore Mining Company 1).
Entre los intermediarios a los que recurrió Glencore para el pago de los sobornos figuran empresas como West Africa Intermediary Company, de Nigeria, y el propietario, operador y empleado principal de esta compañía, que actuaron en nombre de la multinacional, con el fin de obtener cargamentos de petróleo y otras ventajas comerciales de la estatal nigeriana NNPC. Otra intermediaria fue Nigeria Intermediary Company utilizada por la multinacional con los mismos fines.
En Brasil, Glencore recurrió a un consultor que actuó como intermediario para facilitar el pago de sobornos a funcionarios del gobierno brasileño. Aquí también aparecen Funcionario 1 de Brasil, Funcionario 2 de Brasil y Funcionario 3 de Brasil. En Venezuela, una compañía intermediaria ayudó a Glencore para obtener prioridad en los pagos adeudados por PDVSA, entre otras ventajas comerciales, al dar sobornos a un funcionario de esta empresa estatal.
Las entidades de gobiernos extranjeros involucradas en el pago de sobornos son la Corporación Nacional de Petróleo de Nigeria (la mencionada NNPC), Petróleo Brasileiro SA (Petrobras), Institut National de Préparation Professionnelle (INPP) de la República Democrática del Congo y Petróleos de Venezuela SA (PDVSA).
Los funcionarios de entidades de gobiernos extranjeros que habrían recibido sobornos de Glencore también aparecen con sobrenombres en la investigación de las autoridades estadounidenses: Funcionario X de Nigeria (Ministerio de Recursos de Petróleo); Funcionario Y de Nigeria (Pipelines and Product Marketing Company (PPMC), subsidiaria de NNPC; Funcionario 1 de Brasil (Petrobras), Funcionario 2 de Brasil (Petrobras) y Funcionario 3 de Brasil (Petrobras).
Caso Brasil
En julio del 2011, el Empleado X de Glencore negoció para destinar aproximadamente USD $147,202 a un consultor de Brasil, sabiendo que una parte de los fondos se usarían para pagar sobornos a funcionarios de la petrolera estatal Petrobras, a cambio de que Glencore Ltd tenga la oportunidad de comprar un cargamento de petróleo de la compañía brasileña.
Un correo electrónico enviado por el Empleado X al consultor de Brasil evidencia que la compra del combustible incluía un “delta”, que era el monto del soborno, el cual estaba disimulado como una tarifa de servicio inflada de USD $0,50 por barril de la carga comprada. Además, para disfrazar el “delta”, el Empleado Y ejecutó un acuerdo de servicios falso entre los consultores de Glencore México y Glencore Brasil.
Los $147,202 para el pago de los sobornos fueron transferidos por Glencore Energy Uk Ltd, una de las Subsidiarias de Glencore UK, desde una cuenta en Suiza a una cuenta del consultor en Brasil en un banco en Houston, Texas. De este monto, el consultor pagó sobornos por los siguientes montos aproximados: USD $40.000 al Funcionario 1 de Brasil; USD $31.000 para el Funcionario 2 de Brasil y USD $40.000 para el Funcionario 3 de Brasil.
Caso Venezuela
A través de algunos de sus empleados y agentes, incluida una compañía intermediaria venezolana, Glencore hizo pagos a un funcionario del país caribeño con el fin de obtener ventajas comerciales indebidas.
Glencore y sus subsidiarias vendieron productos petrolíferos a PDVSA. Como esta empresa no les pagó puntualmente incurrió en intereses. Además, la multinacional le aplicaba moras a la compañía estatal venezonala si no cargaba o descargaba un buque en el periodo de tiempo acordado.
Como la corporación estatal le debía millones de dólares, Glencore recurrió a intermediarios para que PDVSA le diera prioridad en el pago por sobre otras empresas. Los intermediarios recibieron un porcentaje del total de la cantidad de dinero que la multinacional obtuvo de la petrolera estatal.
Entre el 2012 y el 2014, Glencore pagó USD $ 1’286.057 a la compañía intermediaria venezolana con la intención de que una parte de los pagos se utilicen como sobornos a un funcionario de PDVSA. Con esta ayuda, la multinacional y sus filiales obtuvieron un total aproximado de USD $ 11’981.164 en pagos de la petrolera.
Casos en África
Glencore y las subsidiarias de Glencore UK contrataron a West Africa Intermediary Company y a una empresa intermediaria de Nigeria para la compra de petróleo crudo y productos refinados de petróleo a NNPC y sus subsidiarias, “sabiendo que los intermediarios pagarían sobornos a funcionarios del gobierno nigeriano para obtener esas oportunidades y ventajas comerciales”, según señala la resolución del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
En total, Glencore y las subsidiarias pagaron más de USD $ 52 millones a través de intermediarios, con la intención de que esos fondos se utilicen, al menos en parte, para pagar sobornos, cuyos resultados les generaron ganancias de aproximadamente USD $ 124 millones.
Para coordinar los pagos con West Africa Intermediary Company, los empleados de las subsidiarias de Glencore UK usaron lenguaje codificado en los correos electrónicos, como en el 2008, cuando necesitaban pagar USD $ 90 mil para sobornos a funcionarios de PPMC, una subsidiaria de la estatal nigeriana NNPC, con el fin de subvaluar falsamente un cargamento de combustible en beneficio de la multinacional suiza. Usaron el término «periódicos».
Los pagos de sobornos fueron aprobados desde diversos países. Por ejemplo, desde Estados Unidos, el funcionario de Glencore Anthony Stimler y el Ejecutivo 2, en el 2011, aprobaron un pago de USD $ 325.000 a West Africa Intermediary Company, a través de West Africa Intermediary, para sobornar a funcionarios nigerianos por la compra de combustible a una subsidiaria de NNPC.
Glencore en Perú
El Perú no ha sido mencionado en las investigaciones del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. En este país, Glencore tiene antecedentes de prácticas tributarias cuestionables como lo reportó Convoca.pe en la investigación periodística «Juego de Precios».
En el 2018, este medio digital revisó resoluciones del Tribunal Fiscal del Ministerio de Economía y Finanzas sobre complejas operaciones financieras observadas por la Superintendencia de Administración Tributaria (Sunat), así como correos internos del estudio panameño Mossack Fonseca, que confirmaron los servicios de abogados para que empresarios paguen menos impuestos en el Perú manipulando los precios de transferencias de bienes y servicios entre empresas de un mismo grupo económico.
Glencore figura entre este grupo de empresas, a través de su filial Minera Los Quenuales, que opera las minas de Iscaycruz y Yauliyacu en la sierra de Lima, y la Minera Antamina, en Áncash.
Convoca.pe también dio a conocer cómo se concretó la compleja operación offshore con la que Glencore vendió en 2015 la mina Las Bambas en Apurímac, la más cara del Perú, por 7 mil millones de dólares, a la empresa de capitales estatales chinos MMG Limited. Este mecanismo generó que la multinacional suiza pagara un impuesto a la renta por debajo de las expectativas del Estado peruano.
Si bien la investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos ha concluido, aún quedan muchos aspectos por investigar sobre las operaciones de Glencore en el extranjero, pues algunas de las detalladas en dicho expediente vinculan indirectamente a las empresas estatales investigadas con otros países que no aparecen en las pesquisas del gobierno estadounidense, mientras que otros aún están por develarse.