Una mujer de nombre Kristina Antonorsi Quintero, de nacionalidad venezolana, es denunciada en redes sociales por estar supuestamente implicada en extorsiones junto con agentes de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana en Venezuela.
El modus operandi consistiría en extorsionar a personas adineradas, vinculándolos con casos de pedofilia y otros delitos graves. Aquellos que se niegan a pagar las extorsiones, son detenidos por funcionarios de las FAES.
En redes sociales han circulado imágenes e información sobre algunos de los presuntos implicados en las extorsiones.
Entre los denunciados se encuentran Kristina Antonorsi, con residencia en Venezuela, en el municipio Baruta del estado Miranda, y Jean Carlos Paredes Marshall, quien reside en Weston, Florida. Tanto de Antonorsi como de Paredes se han difundido datos en el Sistema de Información Policial (SIPOL), el donde se muestra que no poseen requerimientos policiales contra ellos en Venezuela.
Kristina fue supuestamente detenida, otra de las personas involucradas son David Tarazona y una mujer de nombre Alexandra Hernández, quien se encarga de contactar telefónicamente a las víctimas.
La conocida como banda de «Los Antonorsi» utiliza supuestamente cuentas bancarias en Estados Unidos para recibir el dinero de las extorsiones perpetradas en componenda con funcionarios de las FAES en Venezuela.
En las redes sociales también han circulado datos de una cuenta bancaria a nombre de la empresa Go Grop LLC en Estados Unidos, que utilizaría la banda de «Los Antonorsi» para cometer sus fechorías.
Criador de cabras
Raúl Antonorsi Marshall es un productor caprino que encontró apoyo en el ministro para la Agricultura Productiva y Tierras de Venezuela, Wilmar Castro Soteldo, para sus emprendimientos, como el fundo Agroinversiones Los Isleños, ubicado en el municipio Zamora del estado Aragua, a escasos 25 minutos de Maracay y muy cerca del Centro Penitenciario Tocorón, una de las cárceles más peligrosas del país, aledaña al pueblo homónimo.
El 18 de marzo de 2017, Castro Soteldo y Antonorsi Marshall se daban la bienvenida mutua en la pantalla de televisión, entre abrazos y apretones de manos que pronto se disiparon para mantener algo de formalidad. Era la edición 40 del programa Cultivando Patria, el espacio semanal del comandante, quien le dio inicio con la evocación de los tiempos en los que se desempeñaba como piloto de combate, el permanente leitmotiv de su lealtad política. En el programa, Castro Soteldo era el anfitrión; en la locación, Antonorsi era quien recibía la visita. Ambos recorrerían ante las cámaras el “aprisco más grande de América Latina y el mundo”, como se refirió el ministro al centro de cría de cabras regentado por Antonorsi y que, siempre según Castro Soteldo, no tiene parangón en ningún otro lado del hemisferio excepto en México, reseñó en 2020 Isabel Guerrero en Armando.info.
En el recorrido con el ministro y los televidentes por las instalaciones, a las que tildó de “hotel cinco estrellas” para cabras, Antonorsi mostró que los animales no carecían de ningún insumo, con toda la tecnología a su orden. Un oasis dentro de la depauperada realidad campesina de Venezuela. Antonorsi siguió comentando que tenía 1.100 animales en dos hectáreas de terreno, pero el proyecto estaba concebido para 4.400 animales en cuatro hectáreas. “¡Y todavía nos quedan cinco hectáreas, papá!”, se entusiasmó.
Una fuente cercana a la familia asegura -con mucho temor y lejos de un grabador, eso sí- que Antonorsi Marshall alude al ministro como su “primo”, aún cuando no compartan los mismos apellidos. Si la filiación no es cierta, al nombrarla Antonorsi expresa su certeza de saberse cercano al poder. Esa proximidad la ha extendido a su hija, Kristina Antonorsi Quintero, y a su socio, Jean Carlos Paredes Marshall, ellos sin duda parientes.