Por Laura Sánchez
La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha denunciado este martes en una sesión urgente del Consejo de Seguridad la decisión de Rusia de reconocer la independencia de repúblicas secesionistas del este de Ucrania y el despliegue de tropas en la región.
Muchos expertos temen que el envío de tropas a Donetsk y Luhansk, áreas en la región de Donbas en el este de Ucrania que han sido respaldadas por Rusia, sea un precursor de una invasión a gran escala de Ucrania.
La respuesta de Estados Unidos ha venido en forma de sanciones comerciales, y en Europa, Alemania ha anunciado el bloqueo de la certificación del gasoducto Nord Stream 2.
Por su parte, el ministro de Sanidad de Reino Unido, Sajid Javid, ha dado por iniciada la invasión de la que Europa llevaba días alertando: «Se puede concluir que la invasión de Ucrania ha comenzado», afirma, a la vez que ha anunciado que el Gobierno británico preparaba sanciones para este martes.
El Comisionado Europeo de Justicia, Didier Reynders, ha asegurado este martes en Bruselas que las medidas que tomó ayer Putin respecto a Ucrania son “acto de guerra”.
Ahora, los analistas se preguntan cuál será el próximo movimiento de Putin.
Andrew Wood, miembro asociado del programa Rusia y Eurasia de Chatham House y exembajador británico en Rusia, explica en declaraciones a CNBC que el último movimiento de Putin muestra que “no es digno de confianza”.
“Nadie sabe hasta dónde llegará, pero la lógica dice que se detendrá cuando tenga el control total de la política, al menos, de Ucrania y eso significa que ha instalado su propio régimen en Ucrania para tratar de gobernar el país, para hacer lo mismo que ha estado haciendo con Bielorrusia, para absorber a ambos países bajo su control. Ese siempre ha sido su objetivo de todos modos”.
No obstante, no todos creen que esta situación se prolongará en el tiempo. “En general, la política de la Fed y las condiciones económicas tienden a ser los impulsores a más largo plazo de la economía y los mercados financieros en lugar de eventos geopolíticos aislados”, explica Larry Adam, jefe de inversiones en Raymond James, en declaraciones recogidas por MarketWatch.
Aún así, las ramificaciones económicas y de mercado de una invasión “pueden representar un riesgo a la baja a corto plazo para la economía global y causar que persista la volatilidad del mercado”, concluye Adam.