Keanu Reeves es uno de los actores más queridos y carismáticos de Hollywood y, por mucho que en pantalla acostumbre a repartir de lo lindo, es bien sabido que, a nivel personal, es un auténtico ser de luz. Si no hace tanto descubríamos su práxis habitual de ofrecer bajarse el sueldo si eso permitía la contratación de otros actores y eso nos hacía adorarle aún más, a finales del pasado verano salía a la luz otra curiosa anécdota protagonizada por el carismático intérprete, quien levanta pasiones tanto desde su posición de estrella indiscutible como por su conocida sencillez y amable forma de ser. Un “acontecimiento” que se produjo en pleno vuelo de largo recorrido, cuando Reeves se entretuvo viendo dos películas, una detrás de la otra: una de ellas, un clásico de la historia del cine; la otra, el largometraje más criticado de 2022 y, definitivamente, una de las peores de Marvel.
No es habitual que saber qué serie o película disfruta alguna de nuestras ‘celebrities’ se convierta en noticia, pero a pocas filas del intérprete se sentaba Josh Horowitz, presentador y conductor de Happy Sad Confused, un popularcísimo ‘podcast’ que lleva haciendo desde 2014. Horowitz no solo no pudo evitar fijarse en lo que disfrutaba el protagonista de Matrix y John Wick, sino que decidió compartirlo con Matt Smith, ahora una de las estrellas de La Casa del Dragón, en su ‘podcast’ generando un gran interés por parte de sus oyentes y de su propio invitado.
La razón por la que Horowitz compartió la anécdota con Smith, también estrella de Doctor Who y las primeras temporadas de The Crown, no fue casual: El ahora inconfundible Daemon Targaryen resultaba ser uno de los actores que aparecía en una de las películas que disfrutó Reeves en aquel viaje, la que se consideradba como una de las peores del año.
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