Un médico especialista y asesor de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo explicó que las recomendaciones siguen siendo las mismas que con la Delta
Viajar en un avión puede ser hasta dos o tres veces más riesgoso con la variante Ómicron para los contagios de COVID, según advirtió un médico especialista del sector aéreo.
David Powell, médico y asesor médico de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), que representa a casi 300 compañías aéreas de todo el mundo, explicó su análisis. Si bien no se han realizado estudios específicos al respecto, señaló que en otros espacios se ha visto un aumento similar del riesgo, por lo que la fórmula de aumento podría aplicarse a los aviones.
“Sea cual sea el riesgo con la variante Delta, tendríamos que suponer que el riesgo sería dos o tres veces mayor con Ómicron, tal y como hemos visto en otros entornos. Cualquiera que sea ese riesgo bajo -no sabemos cuál es- en el avión, debe aumentar en una cantidad similar”, indicó en entrevista con Bloomberg.
De esta forma, los consejos de prevención son los mismos a como ha venido siendo el protocolo durante la pandemia. La clase ejecutiva sigue siendo la preferida para evitar riesgo, al tener menos densidad de pasajeros. “El consejo es el mismo, sólo que el riesgo relativo probablemente ha aumentado, al igual que el riesgo relativo de ir al supermercado o subir a un autobús ha aumentado con Ómicron”, añadió.
Así, recomendó a los pasajeros usar las mascarillas, evitar tocar las superficies comunes, lavarse las manos, mantener el distanciamiento en el embarque, entre otros.
Para vuelos cortos, sugirió no ingerir alimentos o tomar bebidas para mantener puestas las mascarillas, pero admitió que es más difícil de hacerlo en trayectos largos. “Si se trata de un vuelo de 10 horas, resulta bastante poco razonable pedir a la gente que no coma ni beba. Lo que la mayoría de las aerolíneas han estado haciendo es alentar, pero no insistir, en que los clientes traten de alternar un poco sus períodos sin mascarillas”. De esta forma, los pasajeros que se sientan en la misma fila y no son parte del mismo grupo podrían comer escalonadamente para no estar sin protección al mismo tiempo.
El médico también destacó los sistemas de ventilación con los que cuenta un avión, un aspecto clave para evitar los contagios. “Estás sentado en un entorno de gran flujo de aire. Es un espacio cerrado, pero eso no me parece un riesgo”, indicó. En cambio, indicó que el nivel de alerta se eleva en las terminales y salas de abordaje, que son ambientes menos controlados. “Las tasas de ventilación de los aeropuertos son una décima parte, tal vez, de lo que son en el avión”, consideró.
La IATA ha pedido que las estrategias de prevención en aviación civil sean adaptables, proporcionadas, no discriminatorias y se revisen con frecuencia teniendo en cuenta los últimos datos de la pandemia, que ha causado grandes pérdidas al sector aéreo en los últimos dos años.