Cuando faltan cinco días para el cierre de las Ofertas Públicas de Adquisición, el Grupo Gilinski todavía está muy lejos de completar su meta, pero no significa que no lo pueda conseguir porque en este tipo de operaciones los grandes movimientos se suelen dar en los últimos días.
Queda menos de una semana para que el próximo 28 de febrero terminen las dos nuevas Ofertas Públicas de Adquisición (OPA) de Sura y Nutresa, la apuesta de los Gilinski para terminar el trabajo que iniciaron en noviembre de 2021, con el buscan convertirse en los principales accionistas de estos conglomerados. Y este último trecho podría ser el que defina todo.
Los Gilinski ya tienen un avance importante en esta meta, pues en las primeras dos OPA se convirtieron en los segundos mayores accionistas, al lograr adjudicarse el 25,25% de las acciones de Sura y el 27,6% de las de Nutresa. Hito que también les permitió asegurar dos asientos en las juntas directivas de los conglomerados. Lo que equilibra el poder que concentra el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), que entre todas las empresas suma más del 45% de los títulos y asegura tres asientos en cada junta.
En las dos nuevas ofertas públicas buscan comprar del 5 al 6,25% de las acciones de Sura, con lo que completarían más del 30% de los títulos; y del 18,3 al 22,8% de las acciones de Nutresa, aspirando a tener en total más del 45% de participación en el conglomerado. Si se da este escenario, las juntas directivas quedarán con tres asientos tanto para los Gilinski como para el GEA.
Es un escenario factible, ya que en esta oportunidad los inversionistas tendrán mejores condiciones para vender sus participaciones: mientras que en la primera OPA se proponía comprar cada acción de Nutresa a US$ 7,71, en la nueva operación se ofrece un precio de US$ 10,48, una mejora del 35%. Por su parte, en Sura el precio pasó de US$ 8,01 a US$ 9,88, un aumento del 23%.
¿Cómo van las nuevas OPA?
«Los fondos de pensión podrían no tener el mismo protagonismo en esta oportunidad. Las acciones que quedan de Sura y Nutresa ahora las tienen los de las manos más duras, los que tienen posiciones de más largo plazo», explicó el economista Javier Mejía.
En las dos nuevas OPA han logrado aceptaciones (a las ofertas de compra) equivalentes al 0,48% de las acciones en circulación de Nutresa y del 0,99% de los títulos en Sura. Es decir, los Gilinski han logrado sumar menos del 1% de participación en cada conglomerado. Están todavía muy lejos de completar su meta, en especial la de Nutresa.
No obstante, en las ofertas públicas de adquisición los grandes movimientos se suelen dar en los últimos días de la fecha límite para recibir aceptaciones. Los inversionistas siempre tienen la expectativa de que surja una mejor oferta (una OPA competitiva).
De hecho, para este punto en las OPA pasadas (a cuatro días de terminar), se registraban aceptaciones equivalentes al 0,72% de los títulos de Sura y el 4,75% de los de Nutresa. Pero se registró un avance de más del 92% de la meta en los tres días previos al vencimiento.
Es decir, las dos nuevas OPA todavía tienen un comportamiento comparable en términos de aceptaciones a las anteriores ofertas públicas. Sin embargo, sí hay algunas diferencias importantes, por ejemplo, respecto al cambio de la composición accionaria.
En las dos primeras OPA los Gilinski compraron más de 118 millones de acciones de Sura y más 126 millones de títulos en Nutresa, una operación que sumó más de 7,6 billones de pesos colombianos. Esto implica que los inversionistas que podrían vender, tendrían un perfil diferente.
Desde antes de que comenzaran las Ofertas Públicas de Adquisición cerca del 21% de los accionistas de Nutresa y alrededor del 18% de Sura eran fondos de pensión locales. Pero un reporte de la Superintendencia Financiera reveló que precisamente los fondos fueron los que más vendieron en las OPA, con transacciones que superaron los 6 billones de pesos en acciones de Sura y Nutresa.
«Los fondos de pensión podrían no tener el mismo protagonismo en esta oportunidad. Las acciones que quedan de Sura y Nutresa ahora las tienen los de las manos más duras, los que tienen posiciones de más largo plazo», explicó Javier Mejía, Ph. D. en Economía de la Universidad de los Andes y posdoctor asociado de la Universidad de Stanford.
De hecho, Mejía también indica que habría un cambio en la percepción de estas operaciones: «El mercado ha interiorizado la idea de la transición de poder en el interior de estas empresas (Sura y Nutresa). Buena parte de la volatilidad estaba asociada a la incertidumbre y especulaciones de lo que iba a pasar, lo que se ha ido decantando. Aún no se sabe exactamente el poder efectivo que tendrán los Gilinski en Sura y Nutresa, pero ya es grande con las primeras OPA. Y al parecer el mercado ya lo asimiló».
Sin embargo, esta puja todavía tiene potencial de seguir robando la atención. Sobre todo porque siempre existe la posibilidad de una OPA competitiva del GEA que rivalice con la de los Gilinski. ¿Qué tan factible es?
«El GEA ha manifestado interés en conseguir un socio estratégico para hacer una OPA competitiva, pero no lo ha conseguido. En mi opinión, ni siquiera se necesita un socio estratégico. Basta con uno financiero. Un fondo que quiera aliarse con el GEA para consolidar la mayoría en Sura. Si no se recibe una OPA competitiva, la señal puede ser muy fuerte para los inversionistas. Querría decir que el precio de la segunda OPA ya es suficientemente elevado, que es una muy buena decisión vender y que no hay inversionistas interesados en ofrecer más por las acciones», opina Luis Carlos Bravo, profesor de Finanzas de Inalde Business School.
Por ahora, solo queda esperar cómo se resuelve la recta final de las dos nuevas OPA de Sura y Nutresa. Los cuatro días más importantes y entretenidos en la puja que enfrenta a los Gilinski con el Grupo Empresarial Antioqueño.