Terminada la semana de la moda en Milán, los conglomerados fashionistas más importantes del mundo aún se mantienen sin pronunciarse contra el conflicto bélico. Ahora abre la pasarela de Copenhague. Algunas modelos y celebrities eligen las redes para pregonar por ayuda humanitaria.
Si hay una postal que va quedar de la Semana de la Moda de Milán es el silencio de la pasarela. Giorgio Armani fue el único diseñador en manifestarse ante la invasión rusa en Ucrania. Y lo hizo así, con un desfile sin música. En silencio. “Buscaba la forma de comunicar que aquí no estamos de celebración, porque lo que está pasando allí fuera me preocupa mucho”, aseguró. La industria fashionista participa de forma directa y tiene el poder de visibilizar o invisibilizar estas situaciones. Sin embargo, hasta ahora, ninguna firma de lujo -salvo Armani y Balenciaga- se manifestó en contra de la invasión de Rusia en Ucrania.
Son solo las modelos desde sus cuentas de Instagram y las celebrities que marcan tendencia, aquellos actores que apenas, y por fuera del peso que cada conglomerado tiene (y simboliza), se manifiestan tibiamente contra la guerra y piden por la ayuda humanitaria.
Un termómetro de este leve pronunciamiento -para algunos una pequeñísima manifestación, para otros la punta tal vez de un icerberg que podría alcanzar a toda la industria- son las Semanas de la Moda que se están llevando en Europa. El caso de Milán, que culminó el lunes pasado, tuvo el mencionado episodio de Armani. Por más que las casas de la alta moda siguen en silencio, algunos se preguntan si habrá algún pronunciamiento oficial de alguna en el contexto de la Semana de la Moda de Copenhague.
Mientras tanto Louis Vuitton, el ícono del mundo de la moda y el lujo, sigue sin pronunciarse. Algunos atribuyen a que Antoine Arnault, el heredero del imperio del lujo, se casó con la maniquí rusa y supermodelo, Natalia Vodianova, quien de forma independiente, se pronunció en Instagram a favor de las victimas en Ucrania. Mientras el emporio del lujo, mantienen un silencio total. Ni siquiera lo ha hecho LVMH -Louis Vuitton Möett Hennessy- el conglomerado multinacional francés líder absoluto del lujo y dueño de las 76 marcas de renombre en todo el mundo.
Pero Louis Vuitton no es la única marca de lujo que hasta el momento no se ha pronunciado. Ha pasado lo mismo con Gucci y Dior. Las pasarelas siguieron con su andar en los últimos días. Hay una realidad y es que la importancia de Rusia y de los compradores rusos para el sector de artículos de lujo se ha reducido a lo largo de los años. Se estima que los ciudadanos rusos representan menos del 2% de las ventas mundiales de Kering y Richemont, incluido el gasto ruso en el extranjero, por lo que “no es una aportación sustancial”, según analizan dentro del rubro a nivel global.
Voces que se suman de a poco
La casa de moda francesa Balenciaga se pronunció ayer contra la invasión rusa a Ucrania, a seis días de su inicio. Lo hizo a través de su cuenta de Twitter con una imagen con los colores de la bandera ucraniana.
“Defendemos la paz y donamos al PMA (Programa Mundial de Alimentos) para apoyar la primera ayuda humanitaria para los refugiados ucranianos. Abrimos nuestras plataformas en los próximos días para informar y transmitir la información sobre la situación en Ucrania. Siga el enlace para donar ahora”, expresó, y sumó el link destinado a aportar fondos para las víctimas de la guerra.
El viernes pasado, un día después del primer ataque de Rusia contra Ucrania, el director creativo de la casa italiana Gucci, Alessandro Michele, se pronunció en forma personal a través de sus redes sociales en contra del conflicto bélico.
En su posteo en Instagram incluyó una foto en blanco y negro tomada en la década de 1960, donde un joven sostiene un cartel con la leyenda antimilitarista de la época “Make love, no war” (haz el amor y no la guerra) junto a la siguiente cita, también en inglés: “Hay cosas que hacer todos los días: lavarse, estudiar, jugar, poner la mesa al mediodía. Hay cosas que hacer todas las noches: cerrar los ojos, dormir, tener sueños para soñar, oídos para escuchar. Hay cosas que nunca se deben hacer, ni de día ni de noche, ni por mar ni por tierra: por ejemplo, la guerra”.
En cambio, la casa en la que se desempeña el diseñador, Gucci, aún se mantiene en silencio sobre el conflicto. La firma italiana de productos de lujo pertenece al grupo empresario Kering, lo mismo que Balenciaga.
Son varias las celebrities que empezaron a hacer oír su voz también. Madonna ha dicho lo suyo en las redes sociales a través de un clip que creó, comparando a Putin con Hitler y pidiendo que cese la guerra. “¡El impulso codicioso y sin sentido de Rusia debe ser detenido! Envíe ayuda humanitaria para ayudar a los millones de ciudadanos de Ucrania cuyas vidas se ven afectadas!”, dijo la cantante que también es un ícono de la moda global.
“Por favor oren por la paz, por favor envíen luz”, expresó Amber Valletta, la modelo y actriz estadounidense en su cuenta de Instagram. “Cuando suficientes personas se unan, entonces vendrá el cambio y podremos lograr casi cualquier cosa. Entonces, en lugar de buscar esperanza, ha que comenzar a crearla”, expresó por su parte la activista Greta Thunberg.
Vena Brykalin, director de moda de Vogue Ucrania, quien viajó a la capital italiana sin imaginar que poco después su tierra sería atacada, fue otra de las voces críticas. “Las semanas de la moda han sido históricamente muy rápidas a la hora de reaccionar ante distintos eventos –como atentados– que les han afectado. Pero ninguna gran marca, excepto Armani, ha manifestado su apoyo hasta el momento”, dijo.
Y sumó: “No creo que debamos esperar que el mundo deje de girar. Ni que los diseñadores que han invertido seis meses de trabajo y mucho dinero en una colección cancelen. Creo, y puede que me critiquen por ello, que el espectáculo debe continuar. Pero sí pienso que esta industria está realmente sorda y Milán lo ha demostrado esta semana”. Según cuenta el propio director de Vogue Ucrania, las firmas en Milán no solo se mostraron “sordas” ante la realidad, sino que incluso negaron la invitación a sus desfiles a los pocos periodistas ucranianos que pudieron cubrir el evento, mientras seguían recibiendo a la prensa rusa con los brazos abiertos.
Una situación similar vive la modelo Kateryna Zub, que hace una semana voló a la ciudad transalpina desde Kharkiv, la antigua capital de Ucrania, donde permanecen sus padres, con la intención de presentarse a distintos desfiles. Al enterarse del estallido de la guerra se sintió incapaz de seguir trabajando. Cuando llegó a la ciudad, dijo “estar destrozada” y expresó que “lloraba tanto que no podía hacer las audiciones”.
“Es horrible, es una pesadilla. No puedo creer que lo que está pasando en mi país. Me sorprende que la gente en Milán ignorara la situación en Ucrania. Seguían hablando de Prada y Gucci como si nada”, agregó la joven.
Mariya Kramarenko, originaria de la ciudad de Járkiv, la segunda ciudad ucraniana y una de las más castigadas por los bombardeos desde que comenzaron el jueves pasado, escribió una sentida carta en una historia de Instagram.
“No, no estoy en Ucrania ahora, pero soy ucraniana y mi vida se detuvo en el momento en que (Vladimir) Putin invadió Ucrania”, dijo Kramarenko. La joven modelo reconoció que se encuentra en estado de shock desde el inicio de las agresiones contra su país. “No puedo trabajar. No me doy cuenta de las señales que me envía mi cuerpo. No hay música, ni películas, ni diversión, no hay ‘buenos días, tardes o noches’, ya no hay que esperar a la primavera y revisar Instagram para divertirse e inspirarse”, agregó.
“La incomprensible falta de compatibilidad entre los desfiles de moda y la situación de Ucrania es algo que debe abordarse… No sé la respuesta… ¿y tú? La desigualdad duele”, dijo por su parte, acompañado por varios montajes de imágenes que enfrentan la realidad que se vive en Ucrania con los desfiles de la semana de la moda de Milán, Giancarlo Giammetti, cofundador de la firma Valentino.
La directora de casting Ashley Brokaw se encargó de expresar su amor y apoyo a Kristy Ponomar e Iriska Kravchenko, dos modelos ucranianas a las que eligió para el desfile de Prada que se llevó a cabo horas después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, declarara la guerra a ese país. “Todos usamos gafas de sol para cubrir nuestros ojos hinchados”, dijo la estilista Anna Mazzhyk en diálogo con France 24 de sus compatriotas ucranianos presentes entre bastidores.
La reacción ante la guerra de la moda argentina
En la Argentina, el prestigioso diseñador Ricky Sarkany fue uno de los pocos en realizar un contundente pronunciamiento. “Nuestra solidaridad con el pueblo ucraniano, no a la guerra”, publicó Sarkany en sus redes sociales.
En diálogo con Infobae, el diseñador pidió: “Las marcas actúan simplemente como espectadoras y la verdad es momento de ser protagonistas. Me llamó la atención el gesto de Armani, fue el único que se manifestó. Me llama también la atención que las empresas de primera línea financieras, tecnológicas y deportivas tomaron una posición y los diseñadores no”.
Sarkany, quien tiene familiares que escaparon de la Segunda Guerra Mundial, agregó: “Venimos de una pandemia, no aprendimos ni siquiera la lección. Dijimos que luego de esta pandemia íbamos a ser mejores, y que queríamos destacar los verdaderos valores, y en cambio nos encontramos con está barbaridad”.
Sarkany es fundador, propietario y director general de la reconocida marca de moda y calzado con más de 140 locales que llevan su nombre. Es reconocido como uno de los mayores exponentes del calzado en la Argentina y la región. Abrió una tienda en Barcelona, teniendo como socia a Antonela Roccuzzo, esposa de Lionel Messi. “La moda y los hacedores de moda tenemos también un rol social, por eso es importante involucrarse con los hechos socio-culturales que nos rodean”, dijo el diseñador en diálogo con Infobae.
Por otra parte, la modelo argentina residente en Europa Mica Argañaraz está donando parte de sus ganancias de la semana de la moda a organizaciones ucranianas. “Tengo que decir que se siente muy extraño desfilar sabiendo que hay una guerra en el mismo continente”, publicó en sus redes sociales el pasado domingo Argañaraz, de 29 años. Su acción ha sido apoyada por sus colegas Bella Hadid y Kaia Gerber.
“Donaré parte de mis ganancias de esta semana de la moda para ayudar a las organizaciones ucranianas”, agregó Argañaraz. “A mis amigos y colegas modelos y a cualquiera que también esté luchando con este sentimiento, quizás esto sea algo en lo que todos podamos contribuir”. Tan pronto como la top model argentina compartió sus pensamientos, muchas otras modelos, incluidas Kiki Willems, Hadid, Gerber, Vittoria Ceretti, Francesca Summers y Aylah Peterson, entre otras, se unieron a su iniciativa.