Nicolás Maduro celebró desde Miraflores la llegada al poder de Joe Biden, gracias a los tentáculos que Caracas proyecta con sus agentes encubiertos, espías y tontos útiles. Un venezolano en partido demócrata —Leopoldo Martínez Nucete— tiende puentes con legisladores americanos provenientes del Grupo de Boston con políticos venezolanos desde hace más de 15 años para hacer que los negocios vuelvan, reseñó Factores de Poder.
Dentro de las fichas que tiene el régimen venezolano en el partido demócrata está la de Leopoldo Martínez Nucete, pecular sabandija que hizo sus pinutos bajo la tutela de otro oportunista, trepador y adicto a las contrataciones públicas y el tráfico de influencias como lo es Omar Camero.
Martínez Nucete, que fue diputado por Primero Justicia junto con Julio Borges, Carlos Ocaríz y Ramón José Medina en el partido político predilecto opositor del chavismo tuvo una aventura como ministro del gobierno brevísimo de Pedro Carmona Estanga.
Posterior a los sucesos de 11A decidió irse a vivir a Estados Unidos, donde se puso a trabajar para viejos amigos que hizo en los circuitos judiciales, del poder y demás roscas en las que los carcamanes de la política venezolana hacen vida.
En la tierra de George Washington decidió abrir un centro de estudios para la defensa de la democracia en las Américas, y en 2015, puso en su directorio a empleados de la boliburguesía, como Ramón José Medina o Armando Briquet haciendo su rol de falsarios.
El prestigioso venezolano en los cuadros demócratas también es empelado de un bolichico, instrumental en varias tramas de corrupción de alto nivel involucrando el sector energético de Venezuela.
Gracias a las influecias del chavismo en las academias y la cultura, en las que a punta de real hizo que algunos intelectuales hicieran como la avestruz y aceptaran la narrativa de que sólo diálogo, elecciones y cohabitación mantienen la estabilidad de Venezuela.
Con ese centro de estudios, Martínez Nucete decide hacer lobby en Washington DC para reflotar relaciones comerciales con el gobierno de Cuba, en la época en la que Barack Obama decide cambiar las relaciones bilaterales entre La Habana y Caracas.
Pasaron los años y ahora Leopoldo Martínez Nucete se supo colar en el jet-set demócrata, integrando comités de acción política en los que George Soros, Black Lives Matter y grupos universitarios de la izquierda radical se juntan para poder llevar a Biden al poder.
Leopoldo Martínez Nucete se codea con Henry Muñoz, el jefe de finanzas de los demócratas y con Tom Perez, el jefe del partido, tiene contacto con legisladores del Grupo de Boston y está más que dispuesto a recibir las órdenes de los nombramientos de Biden para volver a sus viejas andanzas como operador político de la boliburguesía.
Martínez Nucete no es el único operador del régimen venezolano y su oposición lacaya, por cuanto otros actores de la política venezolana que se fueron a los estados unidos alegando una persecución política que no es tal.
Entre los “perseguidos” por el chavismo tenemos al Venezolano-israelí Diego Scharifker, a Ramón Muchacho, Carlos Vecchio, o a Francisco Rodríguez de Torino Capital, cuyas constantes actuaciones políticas en los Estados Unidos deberían hacer que las autoridades los hagan registrarse como un agente extranjero ante la agencia FARA del Departamento de Justicia, señaló Factores de Poder.