Los edulcorantes son sustancias químicas que permiten darle sabor dulce a un alimento o bebida. Los médicos recomiendan su uso para sustituir de manera total el azúcar, ya que poseen una menor cantidad de calorías. Ideales para personas que están en régimen alimentario, o si se desea bajar de peso. Deben ser consumidos con moderación, pues aunque algunos no posean calorías, su uso abundante puede provocar problemas de salud.
Entre los edulcorantes más utilizados se encuentran:
Stevia: es un edulcorante natural que proviene de una planta del Amazonas, y es especial para aquellas personas que padecen de diabetes e hipoglucemia. Esto debido a que no contiene calorías y regula la glucosa en la sangre. Su dulzor es 100 veces menor a la azúcar refinada.
Sucralosa o Splenda: es elaborado del propio azúcar. Puede ser utilizado en las recetas dietéticas, y también ser consumido por personas que sufren de diabetes, pero en un porcentaje menor, ya que es 600 veces más dulce que el azúcar común. Es termoestable, es decir, puede ser incluido en las comidas, bebidas y postres horneados, sin descomponerse. Los productos que más lo contienen son: chicles, bebidas, postres congelados, o endulzantes de mesa.
Fructosa: se encuentra en las frutas, miel y en ciertas verduras. Los diabéticos pueden consumirla, pero con moderación. Si deseas hacer dieta, no es recomendable este edulcorante, ya que se transforma en glucosa en el hígado, lo que produce un aumento de peso. No debe ser utilizado en grandes cantidades.
Sacarina: es entre 300 y 500 veces más dulce que el azúcar común. Se puede utilizar para cocinar y hornear y es apropiada para las personas diabéticas. Se puede utilizar en helados, chocolates, mermeladas y caramelos.
Aspartamo: se utiliza mayormente en las bebidas “light”; y es unas 200 veces más dulce que el azúcar. Pero cuidado, su uso continuo puede ser dañino para la salud, pues es el causante de algunos efectos secundarios en las personas que lo consumen.
Miel: edulcorante natural, ya que proviene de las abejas. Es muy beneficiosa para el organismo, porque aporta muchas vitaminas y nutrientes.
Efectos secundarios
Consumir mucha cantidad de edulcorantes durante el día puede provocar efectos secundarios en el organismo como intolerancia a la glucosa, que es el principio de desarrollo de la diabetes; que el azúcar pase a la sangre, y con el tiempo se comience a padecer de obesidad; hígado graso, o problemas cardíacos.
Sobrepeso: existen endulzantes que, aunque no contengan calorías, en lugar de hacernos bajar de peso, promueven su aumento, ya que algunos pueden modificar el proceso metabólico del organismo.
Reacciones alérgicas: pueden producir dolor de cabeza, erupciones en la piel, inflamaciones cutáneas. Todo esto, debido a su contenido en sacarina.
Sistema nervioso: el uso continuo de endulzantes puede provocar cuadros de depresión y pánico, pudiendo llegar a padecer de bipolaridad.
Visión y audición: el consumo frecuente de aspartamo, se corre el riesgo de, con el pasar del tiempo, sufrir un acortamiento de la vista y pérdida de la audición, debido a los aminoácidos que se encuentran en él.
Cáncer: muchos estudios científicos confirman que el consumo de edulcorantes puede incrementar el riesgo de padecer cáncer, y es un punto que siempre ha estado presente, así su comercialización esté aprobada.
Recomendaciones para su consumo
Todo ser humano que sufra de alguna patología y deba tener una dieta especial, puede utilizar estos endulzantes en los alimentos, bebidas, o mitigar algunos sabores amargos. Pero siempre es fundamental consultar con un médico especialista, que nos ofrezca alguna recomendación para no alterar el control de la glicemia, que es el azúcar en sangre.