Venezolanos y colombianos se disputan el control de las calles y la explotación de trabajadoras sexuales a las que les exigen el pago de cupos. Dos mujeres extranjeras son las primeras víctimas de esta guerra.
Las ‘mafias del sexo’ integradas por proxenetas colombianos y venezolanos están sembrando el terror en las calles del Cercado de Lima, donde el último fin de semana dos trabajadoras sexuales fueron asesinadas a balazos y otras cinco personas quedaron heridas luego que dos sujetos en moto arremetieran contra ellas por negarse a pagar cupos semanales para permanecer en ese lugar.
El hecho que ha desatado el miedo entre las trabajadoras sexuales, que desde hace años tomaron los jirones Cailloma y Zepita para poder ejercer el llamado ‘oficio más antiguo del mundo’: la prostitución. Sin embargo, se sabe que son varias las mafias que han tomado el control de estas calles lideradas por ciudadanos colombianos, pero desde hace meses varias mujeres han comenzado a recibir mensajes amenazantes de bandas venezolanas exigiéndoles el pago de 200 a 300 soles semanales para trabajar ‘tranquilamente’ en esta zona.
Mafias venezolanas en guerra con colombianas por el control de la prostitución en Lima pic.twitter.com/nwTzZzhNWu
— ABC Noticias (@abcesnoticias) February 22, 2022
Muchas se han negado a pagar estos ‘cupos’ y ante las amenazas decidieron irse del lugar, pero otras permanecieron protegidas por estas mafias colombianas, que también obtienen parte de las ganancias de las trabajadoras sexuales en esta zona de Lima.
La mafia de venezolanos, algunos integrantes de la peligrosa banda ‘Tren de Aragua’, buscan tener el control de esta parte de Lima debido a que es una de las zonas en las que hay poca presencia policial y es muy asidua por parroquianos que buscan pasar un momento de placer con alguna de las decenas de mujeres que se pueden encontrar a lo largo de esta ‘zona rosa’.
“Son venezolanos y quieren cobrar cupo acá”, dijo una trabajadora sexual que teme que nuevamente se desate este tipo de crímenes en su ‘zona de trabajo’.
Tras este hecho, la policía realizó operativos en estos dos jirones, pero se sabe que durante las noches son cientos de mujeres que toman las calles para ejercer este oficio, pero ahora lo hacen con el temor de ser atacadas por alguna de estas bandas de proxenetas extranjeros