Uno de los desafíos de María Corina Machado será tratar de conciliar su estrategia con la política del gobierno de EEUU, con la que tiene diferencias. Biden tiene intereses adicionales al regreso de la democracia y además se juega su permanencia en el poder en 2024.
Machado ha sido muy crítica con la política de Biden. Cuando asumió en Enero de 2021, declaró que “la administración Trump llegó al diagnóstico correcto” y enJulio de 2023 dijo que a Biden “le ha faltado firmeza y claridad con la situación venezolana”.
Una razón determinante por la que el gobierno de #EEUU hizo un gran esfuerzo para que se concretara el acuerdo en Barbados es por el aumento vertiginoso de migrantes venezolanos en su frontera sur. Es una variable muy condicionante de su política exterior.https://t.co/m4Clna2Nly
— Mariano de Alba (@marianodealba) October 23, 2023
Visto el plazo impuesto hasta noviembre por EEUU para que haya avances en la liberación de presos políticos y un proceso para revisar las inhabilitaciones, ya hay señales que el instinto predominante de Biden es no volver a la “máxima presión” y las amplias sanciones petroleras.
La política exterior de Biden podría inducir a Maria Corina Machado a ser más moderada, pero esa posición podría cambiar si no hay avances sustanciales en las condiciones electorales y las posibilidades del Partido Republicano aumentan sustancialmente de cara a Noviembre de este año.
No en vano la preferencia del gobierno de Maduro es que la elección presidencial de Venezuela se realice un buen tiempo antes de la presidencial de EEUU, un evento que probablemente condicionará la posición y estrategia del gobierno y la oposición venezolana en 2024.
