En busca de innovar e ir mejorando los recursos tecnológicos, universidades y escuelas de negocios están continuamente explorando nuevas tecnologías. Ahora, varias de estas están planeando incorporarse a mundos virtuales, esperando enriquecer la experiencia de aprendizaje de los alumnos y darles la oportunidad de aprender haciendo
Imagínate poniéndote lentes de realidad virtual, elegir tu avatar -una representación gráfica de ti- e ingresar a un espacio con aulas de clases, bibliotecas y otros, donde también puedes ver avatares de tu profesor y compañeros. Todos están viviendo la misma experiencia educativa inmersiva a través de la realidad virtual.
Con el entusiasmo y sorpresa que causó el anuncio de Mark Zuckerberg en octubre de 2021, con respecto a la creación del espacio virtual metaverso por parte del conglomerado de empresas tecnológicas Meta, varias compañías a nivel global dieron a conocer la intención de participar, entre ellas casas de estudios y escuelas de negocios.
Las instituciones educativas quieren aprovechar al máximo estos mundos virtuales, tanto impartiendo cursos como promoviendo el networking, y así ofrecer experiencias de aprendizaje permanente, envolventes y atractivas. “Dado el número de usuarios que están entrando en estos mundos, es una oportunidad muy buena para las marcas para posicionarse como innovadoras y tirar de creatividad. La novedad de esta tecnología deja en el aire un sinfín de posibilidades para las empresas de creación de acciones que pueden generar un gran impacto”, señala Elena Bello, relacionadora pública en la escuela online española IEBS Digital School.
María Albalá, directora del hub de innovación de ICEMD, Instituto de la Economía Digital de la escuela española ESIC, agrega que “como ya ocurrió en su día con las redes sociales, son los perfiles más jóvenes los que tienen una mayor presencia en estas nuevas realidades”.
Experimentando el Metaverso
La universidad mexicana Tecnológico de Monterrey trasladó el curso Instalaciones y Sistemas Alternos al mundo virtual para los alumnos de Ingeniería y Arquitectura el segundo y tercer trimestres de 2021. Este se impartió en el Tec Virtual Campus, el metaverso en 3D que desarrolló la Universidad y en el que han interactuado alrededor de 6.000 estudiantes, y donde se pueden encontrar edificios como bibliotecas, auditorio, salas clases, entre otros, se explica en el sitio web del Tec.
Otra casa de estudios que está introduciéndose en este mundo es la virtual española IEBS, que anunció en abril de 2021 que estarían dictando clases en el metaverso con la intención de fomentar el networking y gamificar el aprendizaje de los alumnos.
Hasta el momento, los estudiantes acceden sólo a través de su computador, ingresando a la plaraforma Coderblock. Desde la escuela aseguran que han evitado el uso de otros dispositivos para que sea mucho más accesible.
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Por esto mismo, están desarrollando diferentes eventos en el metaverso. El 28 de abril de 2021 se realizó el Metaverse Inspiration Day, evento dedicado a este mundo virtual que se realizó en un espacio específicamente creado para ello en el medio virtual. Poco a poco, según Elena Bello, “a lo largo del año iremos incorporando esta opción en los diferentes ámbitos de la escuela”.
“En las aulas virtuales de IEBS en el metaverso, los profesores podrán crear sus propias aulas para impartir clases o llevar a cabo actividades y los estudiantes también podrán acceder a espacios para reunirse, compartir información, realizar proyectos y hacer networking con sus compañeros de clase”, comenta la ejecutiva de IEBD Digital School.
Pero a diferencia de IEBS y el Tec de Monterrey, que ya se han introducido con fuerza en el metaverso, otras casas de estudio están incorporándose probando prototipos. En la Universidad de Chile están planificando hacerlo de manera menos masiva, hasta el momento. Este año, la Vicerrectoría de Tecnologías de la Información (VTI), a través de la Oficina de Educación Online y la Dirección de Innovación, comenzó a trabajar en la incorporación de experiencias virtuales e inmersivas en distintas asignaturas.
En la Facultad de Veterinaria (FAVET) se está trabajando en imágenes 360° para el desarrollo de un recurso de aprendizaje en la plataforma Learning Management System (LMS) de la casa de estudios llamada EOL, para que los estudiantes puedan visualizar mediante un visor de RV procedimientos que se realizan en una unidad avícola.
Asimismo, “estamos proyectando en conjunto con la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) y FAVET la realización de un Hospital Digital Veterinario, donde a través de fotometría se pueda lograr un nivel más de inmersión en la construcción de este metaverso. Solo con la FAU estamos realizando pruebas de conceptos un software llamado Arkio, que permite una inmersión de realidad virtual para la construcción de edificios con el uso de Oculus Quest 2”, explica Francisco Sereño, diseñador instruccional de la Oficina de Educación Online (EOL), en la Universidad de Chile.
Y en la parisina ESCP Business School han estado trabajando hace un par de años para utilizar nuevas tecnologías y así crear experiencias virtuales para los estudiantes. “Se comenzó hace dos años a digitalizar en 3D los espacios de todos los campus en París, Madrid, Londres, Berlín y Turín. Una vez diseñado el entorno físico, se están probando prototipos de realidad aumentada para desarrollar habilidades de liderazgo, negociación, comunicación eficaz, innovación y design thinking. En función del desempeño demostrado, el entorno virtual interactúa con el alumno y va generando nuevas situaciones para seguir practicando y mejorando”, señala José Cobo, decano del departamento Learning Innovation en ESCP Business School.
Innovación constante
En general, las instituciones educativas están ingresando a los mundos virtuales, porque permite aplicarlo para diversos fines, como aprendizaje mediante gamificación, para que los estudiantes puedan socializar entre ellos e, incluso, para estudiar y realizar investigaciones.
En la peruana ESAN Graduate School of Business están planificando introducirse en el metaverso para explorar nuevas formas de enseñanza y diversificar los canales para llegar a los estudiantes. “Creemos que el metaverso es el futuro y será una parte importante de la enseñanza, tanto a nivel posgrado, como pregrado, porque nos puede dar muchas herramientas para aprender jugando. Así, se puede utilizar la gamificación, lo que nos permite interactuar con un avatar que representa a uno mismo y poder simular todo lo que pasa en el mundo real”, indica Peter Yamakawa, decano de la peruana ESAN Graduate School of Business.
Bello, de IEBS, indica que entre las razones para introducirse en este mundo virtual está que existen muchos espacios de encuentro.
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“Aunque puedes reunirte en enormes mundos abiertos como The Sandbox, también puedes jugar en salas personalizadas en plataformas como Spatial. Estas aplicaciones están diseñadas específicamente para celebrar eventos, conferencias o reuniones”, explica.
En IEBS buscan que en este mundo virtual se logre fomentar el networking. “Está comprobado que los estudiantes disfrutan más aprendiendo con su móvil que con un libro. Las aplicaciones del metaverso pueden crear un espacio virtual donde los alumnos caminen, tomen apuntes, asistan a clase y se comuniquen con otros compañeros o profesores, transformando totalmente la industria del aprendizaje. El nivel de inmersión hará que los asistentes perciban la experiencia como si realmente estuvieran dentro de una clase presencial”, dice Bello.
Por esto, no será raro que a mediano plazo muchas más instituciones educativas se unan a estos mundos virtuales, sobre todo cuando varias de estas han estado apostando por nuevas tecnologías: aplicación de inteligencia artificial y el big data en el proceso de enseñanza y toma de decisiones, por ejemplo.
Sin embargo, para esto, es necesario de la visión de los líderes de las escuelas. De acuerdo con Yamakawa, “muchos de los líderes van a apostar por tecnología o estrategias como la aplicación del metaverso a la educación. Es parte del ADN que deben tener. Es importante saber que la tecnología es un apalancador para no solo hacer a las escuelas de negocio más eficientes, sino también para crear una experiencia integral en el alumno”.
Otro de los aspectos que llama la atención a las escuelas, es que mediante la inmersión a mundos virtuales pueda disminuir la huella de carbono. “Tenemos el compromiso de capacitar a la próxima generación de líderes sostenibles, y de reducir drásticamente la huella de carbono. Los viajes de estudios en el extranjero e invitar a oradores de otros países a nuestros campus podrían ser reemplazados por estudiantes que se registran virtualmente en una simulación del metaverso de ESCP, que brindan conferencias interactivas a través de avatares virtuales”, dice José Cobo.
“Esta nueva realidad genera una nueva economía, puesto que ya no se consume algo físico, sino que una experiencia: vivir o experimentar algo que en el mundo real se no podría acceder”, añade Francisco Sereño, de la Universidad de Chile.
Los retos que se vienen
La experiencia inmersiva que prometen los espacios virtuales también requiere de ciertas consideraciones, pues no cualquier institución puede realizar este tipo de innovación con el mismo éxito. Seguramente nos enfrentaremos a multitud de desafíos, algunos ya conocidos y otros que se irán derivando de la evolución del metaverso.
Hasta el momento, los expertos en el ámbito educativo advierten que existen dos grandes retos: la infraestructura tecnológica y el enfoque pedagógico. Tanto Yamakawa como Sereño coinciden en que enseñar en el metaverso no es igual que hacerlo presencialmente, generando un aprendizaje interconectado. De ahí que los profesores tendrán que reconstruir las capacidades para enseñar en este medio.
A nivel de infraestructura, Sereño dice que “se tendrá que disponer de recursos y de dispositivos, como visores RV, Joystick hápticos, entre otros, para poder incursionar o sumergirnos en esta nueva realidad”.
Y Albalá agrega algunos futuros retos que se deberán enfrentar, como las implicaciones éticas. “¿Cómo apreciaremos lo imperfecto de nuestra vida física, si tenemos acceso a un mundo que puede ser todo lo perfecto y maravilloso que queramos? Estas implicaciones ya las vemos a menor escala, por ejemplo, en el uso de redes sociales y la imagen de perfección que se proyecta a través de ellas”.
Además, añade que otro de los grandes desafíos será el acceso a estos mundos y la discriminación que se puede producir. “Habrá gente, que bien sea por capacidades o inquietud, se conectará a estos mundos y otra que no. Esta brecha será agravada, debido a la necesidad de una determinada tecnología, que actualmente no es la más asequible, y habrá personas que tendrán acceso a la tecnología y los recursos necesarios para vivir esta nueva realidad y los que no”.
