Roma.- El ministro italiano de Transición Ecológica, Roberto Cingolani, ha rechazado este sábado demonizar la energía nuclear, porque contamina menos que el carbón y su mayor uso puede ser una opción paras estudiar hasta que Europa logre un porcentaje significativo de renovables.
El ministro ha pedido a los países europeos que sean conscientes de que se necesitan años para reducir la dependencia del gas y ha opinado que enarbolar que el gas debe ser eliminado lo antes posible, ya que en su opinión «ha creado un nerviosismo en el mercado» que ha disparado su precios y provocado el encarecimiento de los recibos energéticos en algunos países como España o Italia.
«Los proveedores de gas han dicho: ‘si te opones al gas te cierro el grifo y vas a tener problemas», ha señalado Cingolani, al tiempo que ha reconocido que también hay una cuestión geopolítica importante con Rusia.
«Necesitamos aún diez años para tener un buen porcentaje importante de renovables en el mix energético: en estos diez años hay que apoyar la transición, pero se necesita un mix con gas y otras formas de energía», ha sostenido.
En este sentido, ha considerado que «lo más urgente ahora es cerrar las centrales de carbón para 2025», que contaminan más que las nucleares, y ha citado «un documento de intelectuales y científicos alemanes que pide extender ligeramente el uso de la energía nuclear para incentivar el crecimiento de las renovables».
«No soy fanático de la energía nuclear, pero tampoco la condeno. No soy fanático de ninguna tecnología. (…) No tenemos la solución y debemos estudiar alternativas», ha añadido.
Cingolani ya se expresó hace meses a favor de estudiar la utilización de la energía nuclear e incluso llamó a no ideologizar las energías, lo que provocó una gran polémica, sobre todo entre las filas del Movimiento 5 Estrellas (M5S).
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) se comprometieron el pasado jueves a una reflexión profunda sobre cómo abaratar los precios de la energía, a iniciativa de España, e incluso hablaron de energía nuclear, que una decena de países con Francia a la cabeza quiere que se considere energía «verde».
El Gobierno español ha aprobado un plan para intentar mitigar el impacto en el mercado mayorista de los altos precios del gas en los mercados internacionales y el encarecimiento de los derechos de emisión de CO2, y ha pedido a la Comisión Europea que estudie la posibilidad de hacer compras mancomunadas de gas.