Por Laura Sánchez
Europa ha experimentado un aumento de más del 50% en los nuevos casos de coronavirus durante el último mes, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió la semana pasada de que el Viejo Continente volvía a ser el epicentro de la pandemia y que podría sufrir otro medio millón de muertes en febrero.
«Si nos fijamos en las últimas cuatro semanas, las hospitalizaciones se han duplicado», ha explicado a CBS News el Dr. Hans Kluge, director regional de la OMS para Europa.
Según Kluge, la vacunación se ha estancado en algunas partes de Europa y, «al mismo tiempo, hay una relajación de las medidas sociales y de salud pública, que es un cóctel de lo que vemos: una nueva ola».
Los países europeos con una mayor tasa de vacunación parecen estar evitando una nueva ola importante de enfermedad grave por COVID-19, pero en algunos países de Europa del Este, la tasa de mortalidad diaria está aumentando.
Por poner algunos ejemplos, la incidencia a 14 días por cada 100.000 habitantes en Estonia es de 1.799, en Eslovenia de 1.794, en Letonia de 1.640 y en Lituania de 1.444.
El lunes, la tasa de infección diaria de Alemania alcanzó su nivel más alto registrado desde que comenzó la pandemia.
En Reino Unido, la nueva variante Delta Plus podría ser dominante a principios del próximo año.
Kluge ha señalado a CBS News que los estadounidenses deben prestar mucha atención a la situación en Europa en este momento y aprender de ella.
«El principio básico es que, si hay una situación en la que el pico se está acelerando, no espere» para recuperar las medidas antivirus y «cuanto antes, más estrictas, mejor», señala el directivo.
