Un nuevo estudio ha demostrado la conveniencia de trasplantar en niños enfermos de cáncer células madres de uno de los progenitores antes de administrar inmunoterapia para combatir neuroblastomas, informó este miércoles el instituto Santa Ana de investigación del cáncer infantil de Viena en un comunicado.
Las conclusiones del estudio llevado a cabo por un equipo de científicos de la citada entidad y la Universidad Eberhard Karls de Tubinga (Alemania) han sido publicadas en la revista especializada Journal of Clinical Oncology.
La inmunoterapia, a diferencia de la radioterapia o la quimioterapia, es un tratamiento en el que se usa el propio sistema inmunitario del paciente para combatir el cáncer, modificando sus células inmunitarias para que ataquen a las cancerosas.
Los científicos constataron que un 53 % de los pacientes a los que se les administró inmunoterapia después de trasplantarles células madre sobrevivió más de cinco años.
Por el contrario, cuando las células madre no eran seguidas por la inmunoterapia, los supervivientes por más de cinco años solo llegaban al 23 %, según un estudio anterior.
“Tras el trasplante de células madre de uno de los progenitores, los pacientes se dotan de un nuevo sistema inmunitario. Esto permite una mejor respuesta inmunitaria”, explica en la nota Ruth Ladenstein, coprimera autora del estudio.
Esta investigación, que se realizó durante ocho años, mostró también que los pacientes que tuvieron una respuesta completa o parcial al tratamiento experimentaron una supervivencia más larga, “sin efectos secundarios inesperados y con bajo riesgo de que las células trasplantadas se volvieran contra el tejido sano”.
El neuroblastoma es una de las formas más frecuentes de cáncer infantil. Las células malignas, es decir, cancerosas, se forman en los neuroblastos (tejido nervioso inmaduro) de las glándulas suprarrenales, el cuello, el tórax o la médula espinal.
Este tipo de tumor, que puede aparecer desde el periodo de lactancia y se suele diagnosticar entre el primer mes de los cinco años de vida, suele tener un pronóstico desfavorable si se clasifica como de alto riesgo.
La inmunoterapia actual consiste en administrar un anticuerpo que se une a la superficie de las células tumorales y las marca ante el sistema inmunitario para que las células inmunitarias puedan atacar al tumor.
Sin embargo, las quimioterapias anteriores podían disminuir la capacidad de las células inmunitarias para luchar contra el tumor.
Por eso, los científicos aconsejan trasplantar células inmunitarias intactas de los donantes adecuados, procedentes de la familia del paciente, antes de administrar la inmunoterapia, para que esta sea mucho más efectiva.
EFE