Más de dos docenas de venezolanos vinculados a la corrupción en la petrolera estatal PDVSA acumularon activos por al menos USD 273 millones en 25 cuentas distintas
Por OCCRP, Armando.info, Efecto Cocuyo
La compañía petrolera estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), que en su día fue el motor de una de las economías más fuertes de Sudamérica, se ha hundido por la mala gestión y la corrupción. Ejecutivos petroleros y sus secuaces han saqueado por lo menos USD 11.000 millones de dólares de la compañía en una serie de escándalos, incluyendo desfalcos, sobornos y fraudes monetarios.
Ahora, una investigación periodística ubicó las fortunas que algunos de ellos han ocultado en Suiza. Datos bancarios filtrados revelan que más de 20 venezolanos vinculados a cuatro esquemas de corrupción de PDVSA acumularon activos por más de USD 273 millones en 25 cuentas de Credit Suisse, y posiblemente mucho más. En algunos casos, éstas contenían cantidades más altas de lo que hasta ahora las autoridades han hecho público.
Con documentos judiciales de España, Estados Unidos y Andorra, el centro de investigación Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP) junto a los medios venezolanos independientes Armando.info y Efecto Cocuyo identificaron a los principales implicados en estas tramas de soborno y cohecho como parte de la investigación global Suisse Secrets, que también integra Infobae.
Los periodistas revisaron miles de registros bancarios filtrados por una fuente anónima al diario Süddeutsche Zeitung, y compartidos por OCCRP con 48 medios de todo el mundo, para encontrar dónde habían escondido su dinero. Descubrieron, al menos, una docena de cuentas de Credit Suisse que nunca han sido nombradas en documentos judiciales. Entre ellas había cuentas bancarias de 12 socios y familiares de personas implicadas en uno de los fraudes.
Casi todas las cuentas se abrieron entre 2004 y 2015, lo que cubre el período cuando se produjeron estas tramas de corrupción en PDVSA. Algunas permanecieron abiertas incluso después de que los titulares de las cuentas fueran arrestados, acusados, extraditados, se declararan culpables de graves delitos financieros o que fueran señalados en los medios por dar o recibir sobornos.
Pero mientras las élites corruptas se han llenado los bolsillos, los venezolanos de a pie han pagado el precio. Desde 2013 la economía se derrumbó, con tasas de pobreza y desempleo disparadas, mientras que la hiperinflación devora los salarios y los ahorros de los que aún tienen la suerte de tener un trabajo.
El lago de Maracaibo, una laguna en la costa noroeste de Venezuela, es un recuerdo crudo de los costos de esa corrupción. Cuando un periodista lo visitó en noviembre, botellas de refresco flotaban en el agua sucia y una muñeca de Hello Kitty cubierta de lodo negro había sido arrastrada a la orilla. Muchas de las gigantescas instalaciones de PDVSA a lo largo de la costa están ahora abandonadas y cubiertas de maleza.
Oleoducto corrupto
A más de 7.300 kilómetros del Lago de Maracaibo, al otro lado del Océano Atlántico, un antiguo alto funcionario del Ministerio de Petróleo de Venezuela, acusado de saquear PDVSA, vive en una mansión con piscina de 2 millones de euros en las afueras de Madrid.
Hace años que Nervis Villalobos no siente el calor sofocante de su ciudad natal, a la orilla del lago, pues no puede volver. Enfrenta cargos de corrupción y lavado de dinero en España y en Andorra, así como en Estados Unidos y Venezuela, que han solicitado su extradición.
Como intermediario clave en la industria petrolera de Venezuela, Villalobos presuntamente recibió sobornos de empresas estadounidenses a cambio de ayudarlas a conseguir lucrativos contratos con la petrolera nacional. Fiscales españoles afirman que Villalobos actuó como testaferro de Rafael Ramírez, que fue presidente de PDVSA, ex ministro de Energía y aliado de Hugo Chávez.
Documentos judiciales españoles afirman que el cargo de Villalobos lo convertía en la segunda persona con más poder en el Ministerio de Energía de Venezuela, donde trabajó en varios puestos de responsabilidad entre 2001 y 2006. Incluso después de que Villalobos se marchara para convertirse en contratista se “paseaba por PDVSA como si fuera un alto ejecutivo”, dijo una fuente judicial española que habló bajo condición de anonimato por no estar autorizada a referirse al caso.
“Nervis te ahogaría el negocio si no le pagabas. Para sobrevivir, te tenías que aliar con Nervis [Villalobos]”, declaró a fiscales españoles Mathias Krull, un banquero alemán-venezolano condenado en Estados Unidos por lavado de dinero de PDVSA, en un documento obtenido por OCCRP.
Para 2008, Villalobos ya tenía una reputación internacional por sus negocios sucios. Un informe de 11 páginas de debida diligencia, que la policía halló en archivos de Credit Suisse, esbozaba múltiples acusaciones de corrupción contra él, incluido un supuesto soborno de 2,7 millones de euros vinculado a un proyecto hidroeléctrico que se repartió con Ramírez. Pero incluso esto no impidió que Credit Suisse trabajara con él.
En 2009, los fiscales españoles indican que poco después de que un banco suizo lo eliminara de su lista de clientes por indicios de corrupción con sus cuentas, el Credit Suisse en Mónaco le abrió una cuenta a Villalobos. Así que simplemente transfirió el dinero a su cuenta de Credit Suisse.
Los fiscales afirman que el venezolano canalizó casi USD 25 millones y 11,5 millones de euros a través de esa cuenta, que fue cerrada en 2012. Parte del dinero procedía supuestamente de sobornos pagados por empresas españolas por contratos energéticos, que el propio reporte de debida diligencia había ya señalado como sospechosos.
El Credit Suisse dijo que su personal no facilitó de forma consciente actividades corruptas de sus clientes, y señaló que, junto con otras instituciones, ha aplicado políticas más estrictas para combatir los delitos financieros.
“En consonancia con las reformas financieras del sector y en Suiza, Credit Suisse ha adoptado una serie de importantes medidas adicionales en la última década, incluyendo inversiones considerables en la lucha contra la delincuencia financiera”, indicó el banco en una declaración a OCCRP y a otros socios de la investigación. “En todo el banco, Credit Suisse sigue reforzando su marco de cumplimiento y control, y como hemos dejado claro, nuestra estrategia pone la gestión de riesgo en el centro de nuestro negocio”.
Hasta la información personal proporcionada por Villalobos era problemática: cuando los periodistas buscaron la dirección de Caracas que dio para la cuenta, descubrieron que no existía.
Luego, en 2011, la filial suiza de Credit Suisse le abrió otra cuenta. Un mensaje de texto enviado en septiembre de ese año muestra que el contratista petrolero venezolano Abraham Shiera Bastidas intervino a nombre de Villalobos, después de que el banco tuviera dudas sobre el origen del dinero que el ex funcionario quería trasladar a Suiza. Bastidas después se declaró culpable de sobornar a funcionarios venezolanos, incluyendo a Villalobos, para obtener contratos de PDVSA.
“La institución no ha aceptado el palo”, escribió Shiera a Villalobos por el sistema de Blackberry Messenger, según documentos judiciales, usando jerga venezolana para referirse a millones. “Me piden facturas y órdenes de compra. Ya las presenté. Espero que se resuelva mañana”.
El mensaje no nombraba el banco suizo al que se refería Shiera. Pero los datos bancarios filtrados de Suisse Secrets muestran que Credit Suisse abrió una cuenta para Villalobos solo cinco días después. Al parecer, Villalobos podría haber usado esta cuenta para recibir sobornos.
Una imputación de las autoridades de Estados Unidos describe cómo Shiera y su cómplice, Roberto Rincón, pagaron USD 27 millones en una cuenta suiza conjunta propiedad de Villalobos y del venezolano Luis Carlos de León, quien en 2018 admitió ser parte del esquema de sobornos de PDVSA. Este dinero, dice, fue luego canalizado a cuentas pertenecientes a Villalobos y de León mantenidas en otro banco suizo no identificado.
Los datos bancarios filtrados muestran que Villalobos y De León abrieron cuentas en Credit Suisse el mismo día de septiembre de 2011, como se menciona en la acusación. En menos de dos años, la cuenta de Villalobos acumulaba activos por 9,5 millones de francos suizos mientras que la de De León tenía al menos 22,6 millones de francos suizos en activos.
Los abogados de Villalobos y De León no contestaron a las preguntas que se les enviaron. El Credit Suisse no respondió a las preguntas sobre Villalobos u otros venezolanos, pero los abogados del banco rechazaron la afirmación de que la institución tenía procedimientos inadecuados de debida diligencia o facilitaba delitos financieros.
Las nuevas cuentas
En total, los periodistas de Suisse Secrets identificaron 16 cuentas de Credit Suisse que contenían por lo menos 162,9 millones de francos suizos pertenecientes a siete personas que fueron condenadas o acusadas de estar involucradas en este esquema de sobornos de PDVSA. En un caso, los datos parecen arrojar nueva luz sobre una investigación en curso.
José Roberto Rincón Bravo es el hijo de Roberto Rincón, quien en 2016 admitió en un tribunal estadounidense haber sobornado a funcionarios de PDVSA junto a Shiera. La policía española detuvo a Rincón Bravo en 2018 por sospechas de lavado de dinero de PDVSA. Le confiscaron a él y a su familia joyas, relojes, coches deportivos y una finca de 400 hectáreas cerca de Madrid con varias casas.
Sin embargo, Rincón Bravo aún no ha sido imputado en el caso y ha negado públicamente estar involucrado en los asuntos corruptos de su padre. En 2019 dijo a El Confidencial, un periódico digital español, que sus costosos accesorios procedían “del trabajo, de años de ahorro.”
Pero los datos de la filtración del Credit Suisse muestran que Rincón Bravo y su padre eran titulares de cuatro cuentas conjuntas que concentraron al menos 93 millones de francos suizos y que no han sido nombradas en ningún documento judicial hasta ahora. Tres de las cuentas alcanzaron su máximo de tenencia en diciembre de 2015, apenas dos semanas antes de que el padre de Rincón Bravo fuera detenido.
En el Credit Suisse había varias cuentas conjuntas vinculadas a personas implicadas en la trama y a sus familiares. Dos pertenecían a personas que trabajaban estrechamente con Rincón y Shiera como contratistas de PDVSA. En total, los periodistas encontraron que siete individuos asociados con los sospechosos tenían cuentas, que alcanzaron a tener un máximo de 20,1 millones de francos suizos.
Y esas no fueron las únicas cuentas vinculadas a los esquemas de corrupción de PDVSA que OCCRP encontró en los datos bancarios. También aparecieron protagonistas de una trama que usó facturas apócrifas para desviar unos USD 2.000 millones de la riqueza petrolera venezolana, que supuestamente se blanquearon a través de la Banca Privada d’Andorra, un pequeño principado situado entre España y Francia.
Una vez más, se acusa a Villalobos de usar su posición para obtener sobornos de empresas extranjeras a cambio de contratos de PDVSA. Esta vez trabajó supuestamente con Diego Salazar Carreño, un primo del exministro de Petróleo, Ramírez. Salazar está ahora en prisión en Venezuela por corrupción, mientras que Villalobos fue acusado en Andorra por este esquema. Hasta ahora ha logrado evitar la extradición.
Nadie sabe exactamente cuánto dinero fue saqueado de la petrolera nacional de Venezuela. Las estimaciones oscilan entre USD 11.000 y 300.000 millones sólo entre 2002 y 2014, tras la llegada de Chávez al poder y en medio de la bonanza de los precios del petróleo.
Pero los efectos del colapso económico han sido catastróficos. La inflación de los precios de los alimentos alcanzó un “asombroso” 1.700% en 2020, según el Programa Mundial de Alimentos, y la tasa de pobreza alcanzó el 94% el año pasado. Mientras que Venezuela se hundía en una crisis humanitaria, el dinero del petróleo que debería haber servido para pagar escuelas y hospitales, se movía hacia cuentas en el extranjero.
InfoLibre (España), Miami Herald (EEUU) y NDR (Alemania) contribuyeron con la investigación.
A partir de hoy y durante la semana, Infobae publica una serie de notas que forman parte de esta investigación. El equipo argentino de Suisse Secrets está integrado por Mariel Fitz Patrick, Sandra Crucianelli e Iván Ruiz por Infobae, y Hugo Alconada Mon por La Nación.