La suprema corte del estado sureño emitió una decisión desfavorable frente a un hombre quien reclamaba la prevención de que su ex-esposa traslade a su hijo a California con el fin de realizarle una castración química.
La Corte Suprema del estado sureño de Texas, ha sido acusada por Jeff Younger luego de haber fallado en contra del mismo en el caso en el cual requería que se le impida a su ex-esposa trasladar a su hijo James, a California, donde será sometido a una castración química con el objetivo de realizar una ”transición de sexo” motivado por la ex-esposa de Younger.
Younger ha ganado un amplio conocimiento en los últimos años, luego de que presente una feroz resistencia a los deseos de su ex-esposa (quien ni siquiera se trata de la madre biológica del menor de edad en cuestión), de trasladar a James Younger a California para ”transicionar” su sexo ,e incluso su nombre de James a Luna, mediante una castración química consistente en bloqueadores de pubertad y la implementación de hormonas de sexo cruzadas.
A través de su cuenta de Twitter, Younger aclaró que la decisión frente a su mandamiento judicial, emitida por la suprema corte texana, eliminó sus derechos paternales por sobre sus hijos James y Jude, poniéndolos así bajo custodia de Anne Georgulas, la ex-esposa de Younger, quien se desempeña como pediatra y alienta el cambio de sexo de James.
En el mes de Septiembre de 2022, una corte del distrito del condado de Dallas, autorizó a Georgulas, conjuntamente con la custodia de los menores, a residir en cualquier sitio del bloque continental estadounidense, permitiendo así a Georgulas trasladarse a California. Frente a esta decisión, Younger encendió rápidamente las alarmas advirtiendo que su ex-esposa utilizaría la reciente firmada ley SB 107 del estado demócrata que garantiza los tratamientos de cambio de sexo en menores de edad.
La ley firmada por el gobernador de California, Gavin Newsom, permite al estado convertirse en un estado santuario para prácticas tales como los tratamientos de bloqueo de hormonas de la pubertad, los cuales restringen ciertas características en el desarrollo del cuerpo del niño con el fin de adaptarlas a los deseos del familiar del menor.
Otra práctica que posbilita la ley (Senate Bill 107) es la de mutilar los genitales del niño a modo de concretar el cambio de sexo en el menor, una atrocidad que se ha visto en los últimos tiempos en una vasta dimensión en California y otros estados demócratas.
En un proceso previo judicial en la corte del estado sureño, Younger y Georgulas se había sometido a un litigio judicial, en el cual ambos acordaron que la ley dictamiada en California, no tendría validez en cuanto a prácticas experimentales de medialización de género. Younger fue muy claro en su mención de que su ex-esposa buscaría realizar mutilaciones de los genitales en sus hijos, a lo que desde la corte de Texas intentaron disuadirlo mediante interrogatorios acerca de sus conocimientos (Younger) de la ley de California.
En una corte suprema como la de Texas, en la cual todos sus jueces son republicanos, solo el juez John Philip Devine se pronunció en contra de la decisión general de la corte de negarle el pedido a Younger, mientras que los restantes ocho, fallaron en contra del mismo. Así, mientras el comisionado de la familia del estado, Jaime Masters, junto con una opinión emitida por el procurador general Ken Paxton, clasificaron a los medicamentos y tratamientos para realizar cambios de sexo, como ”abuso y corrupción de menores”, la cámara de representantes del estado de la Estrella Solitaria no logró pasar una ley que prohíbe la prescripción y la venta de bloqueadores de la pubertad, tratamientos con hormonas cruzadas y mutilación de los genitales.
En el año 2021, un juez le otorgó a Georgulas la custodia de los menores permitiendo a Younger realizar visitas de carácter limitado. Un dictamen proveniente del mismo juez anuló la decisión tomada previamente y les otorgó la custodia compartida, obligando a Younger a pagar por asesoramiento de ”profesionales de la salud mental” quienes afirman que James es una niña.
La historia clínica del pediatra de James Younger, afirma que su madre (no biológica) mantuvo conversaciones con la doctora Jennifer Pape acerca de los bloqueadores de la hormonas de la pubertad a la edad de los 9 años.
El Colegio de Pediatras de Estados Unidos ha asegurado que las consecuencias de los medicamentos y tratamientos de cambio de sexo en un niño pueden resultar en condiciones médicas crónicas de por vida e incluso llevar a la muerte. Han identificado que los bloqueadores de las hormonas de la pubertad pueden acarrear condiciones como osteoporosis, alteraciones del ánimo (desorden bipolar, histeria, ciclotimia), convulsiones y trastornos cognitivos.
También, han identificado en los tratamientos de hormonas cruzadas, condiciones periódicas y fatales como lo son un mayor riesgo de ataques cardíacos, miocarditis, arritmias, pericarditis, cancer, diabetes, accidentes cerebro-vasculares (ACV’s) y trombosis, entre otras.
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