Estudios preliminares indican que la variante Ómicron es más contagiosa, menos letal y se supera más rápido
La situación con respecto a la pandemia no está bien en Estados Unidos. El promedio diario de nuevos contagios de COVID 19 es de medio millón cada 24 horas. Pero desde la Universidad de California, en San Francisco, los científicos tienen pronósticos alentadores.
“El país estará en buenas condiciones, inclusive en condiciones muy buenas, en las próximas 6 u 8 semanas”, decía confiado el doctor Bob Watcher, jefe del departamento de medicina de la Universidad de California, quien aclaraba que cree que EEUU podría estar saliendo de la pandemia para fines de febrero o marzo, si es que no surge una nueva variante del virus. “Algo que en los últimos años ha pasado muchas veces. Cuando todo parecía empezar a mejorar, surge algo nuevo que tira todo para atrás”, aclaraba el académico.
Para este jefe de uno de los departamentos de medicina más prestigiosos del país, el hecho de que la variante Ómicron sea tan contagiosa augura un enero complicado. Pero confía en que la mayor parte de los casos sigan siendo de síntomas leves.
El médico explicó que en su departamento encontraron datos consecuentes con lo que se está diciendo de la nueva variante: que es muy contagiosa, pero más leve.
“No estamos viendo la misma relación entre nuevos casos y hospitalizaciones que se vio con variantes anteriores. El caso promedio de Ómicron tiene un 60% de menos probabilidades de terminar en el hospital que un caso promedio de Delta. Sin embargo hay que estar conscientes de que los hospitales están desbordando. Eso se debe a que si hay dos, tres o hasta cinco veces más contagios, si bien son porcentualmente menos los que van a terminar en el hospital, igual son muchas personas que pueden colapsar el sistema”, agregaba.
El otro problema que están enfrentando los hospitales es que muchos de los médicos, enfermeros y trabajadores en general se están ausentando porque también se están contagiando. A eso se suman los mandatos de vacunas que dejaron a varios trabajadores médicos fuera de los hospitales.
El otro factor que la Universidad de California considera que mejorará la situación de la pandemia es la llegada al mercado de las pastillas para tratar a infectados con COVID-19. Hasta ahora, solo había tratamientos monoclonales que funcionan en casos de alto riesgo. Con la llegada de la pastilla de Pfizer y la de Merck, se mejora la batería de opciones médicas para tratar los casos de infectados.
“La pastilla desarrollada por Pfizer es una gran herramienta. Con la medicación de Merck se reduce en un 30% el riesgo de hospitalización. Con la de Pfizer un 90 por ciento. En un mes habrá un acceso decente a estos medicamentos”, confirmaba Watcher.
Pese a que se ven casos menos severos, el consejo médico sigue siendo que las personas se vacunen. “Los casos son poco severos para quienes están vacunados. Los no vacunados aún se enfrentan al riesgo de tener una infección grave”, explicaba el médico.