La recién anunciada reconversión monetaria en Venezuela le ha regalado al venezolano durante los últimos días, minutos de zozobra e incertidumbre.
El no saber qué va a pasar el próximo mes de octubre con el nuevo cono monetario; no saber si los billetes estarán impresos, no saber cómo será el proceso con los precios que se encuentran por debajo de la moneda de menor denominación, convierte la economía venezolana en la más volátil del siglo XXI.
Un poco de historia
En 13 años de chavismo el Bolívar ha perdido 14 ceros y la hiperinflación venezolana en poco tiempo podría desplazar a Grecia como la segunda hiperinflación más larga en la historia económica del mundo entero.
Y es que ya es la tercera “capa de maquillaje” que se le coloca al Bolívar: la primera fue en el año 2008, cuando el fallecido Hugo Chávez pretendió ocultar el inicio de una inminente hiperinflación eliminando tres ceros. Chávez le puso un apellido a la moneda y lo llamó “Bolívar Fuerte”. Que de “fuerte” no tuvo mucho.
Luego de este suceso, le siguió Nicolás Maduro en el año 2018, quien quiso emular los pasos del fallecido ex presidente y decidió suprimirle a la moneda cinco ceros más, dejando en vigencia al “Bolívar Soberano”, el cual posteriormente perdió su valor. La nueva “solución” del régimen fue agrandar el cono monetario con billetes inorgánicos que tuvieron un tiempo de vida escaso, tal como todas las “soluciones” de la dictadura en Venezuela. Este nuevo Bolívar no fue tan “Soberano”.
Por último, este 2021, el Banco Central de Venezuela, sin explicar mayores detalles, anunció el pasado 5 de agosto, la supresión de otros seis ceros al Bolívar; dejando en evidencia que la recesión, la devaluación, hiperinflación y pérdida de capacidad de compra del venezolano perdurará en el tiempo como ocurre actualmente en Cuba bajo la dictadura de Díaz-Canel y Castro detrás de él.
Ante la escasez de efectivo en Venezuela, el Bolívar “Digital” podría ser eso… un “parapeto digital” para tapar los actos de corrupción denunciados y conocidos a nivel internacional.
Frente a esta realidad, la legítima Asamblea Nacional de Venezuela llevó a cabo un debate sobre la reconversión monetaria, evidencia de la pérdida absoluta del poder adquisitivo del venezolano y el valor de la moneda nacional, a causa de las políticas erróneas –o falta de ellas- por parte de la dictadura de Maduro.
¿Qué pasará con el venezolano y esta nueva reconversión?
“Sabemos que esto va a producir mayor inflación, menor poder adquisitivo, mayor desempleo y una inestabilidad económica de mayores proporciones”, afirmó el diputado a la legítima Asamblea Nacional por el estado Zulia, Gilmar Márquez, quien además comentó que Venezuela “necesita políticas económicas acertadas” para reconstruir el aparato productivo nacional y fortalecer las reservas internacionales.
Por su parte, el diputado por el estado Trujillo, Joaquín Aguilar, explicó que mientras no haya cambios estructurales en el modelo económico “Venezuela no podrá vencer ninguno de los grandes males que el socialismo del siglo XXI inyectó en su economía, la hiperinflación, la recesión y la devaluación”.
“El Bolívar se convirtió en una especie de caricatura de dinero”, expresó el diputado Omar González, quien destacó que “esta alocada medida monetaria, que no es más que un maquillaje económico solo va a empeorar la calidad de vida de los venezolanos, que tan solo el anuncio de la reconversión disparó el precio de la comida”.
En el mismo sentido, el diputado y economista Ángel Alvarado sentenció que una reconversión monetaria en medio de una hiperinflación es una pérdida de tiempo y de dinero, porque esos billetes van a perder vigencia rápidamente.
Y es que hay que tener claro algo: Si existe una filtración en una pared, no habrá pintura que valga. la filtración va a seguir corroyendo lo que esté a su paso si no se le brinda la solución adecuada. Lo mismo ocurre con la economía venezolana.
El próximo mes de octubre se verán los resultados de la nueva –e inservible- reconversión monetaria del chavismo; su duración y los nuevos efectos negativos notorios en los bolsillos venezolanos.