Bajan más tranquilas las aguas entre Piqué y Shakira. A pesar de que los medios internacionales publican cada día informaciones contradictorias, lo cierto es que la comunicación entre el futbolista y la cantante es menos hostil.
Esta semana pasada volvieron a hablar con la bendición de sus respectivos letrados, quienes buscan acuerdos que eviten procesos judiciales que no serían fáciles y que supondrían un auténtico escándalo mediático.
Tanto uno como otro esquivan, como pueden, las continuas intromisiones asfixiantes de quienes tienen intereses partidistas en esta separación.
Gerard no solo está soportando la presión mediática, sino también la que ejercen sobre él los seguidores de la colombiana. Sobrepasan todos los límites, buscando que se quiebre y trastabille en el campo. Sin embargo, él se mantiene firme en su posición porque, explican a este periódico, lo que más le importa es “la tranquilidad y bienestar de sus hijos”.
No va a ceder ante el acoso. Por fortuna tiene un potente red de afectos que lo protege y guía en esta nueva y desagradable etapa que empezó con el final de su relación sentimental.