La economía mexicana se contrajo en el tercer trimestre más de lo estimado, un 0,4%, en su primera caída desde que inició su recuperación del impacto de la pandemia. Mientras que el PIB registró un avance de un 4,5% entre julio y septiembre
El entorno económico y financiero de México sigue influido por la evolución de la pandemia de coronavirus y persiste el riesgo de una «debilidad prolongada y más acentuada» en el consumo y la inversión, en medio de una recuperación global menos vigorosa a la esperada, dijeron este jueves autoridades financieras.
El Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF) advirtió que se mantienen también «potenciales afectaciones» en la calificación crediticia de la petrolera estatal Pemex, una de las más endeudadas del mundo pero que ha recibido importantes inyecciones de capital por parte del Gobierno.
La economía mexicana se contrajo en el tercer trimestre más de lo estimado, un 0,4%, en su primera caída desde que inició su recuperación del impacto de la pandemia. A tasa interanual, el Producto Interno Bruto (PIB) registró un avance de un 4,5% entre julio y septiembre, de acuerdo a datos oficiales.
El acelerado ritmo de la inflación se ha convertido en una fuente de preocupación en México y el jueves el banco central elevó por quinta vez consecutiva su tasa de interés referencial, a un 5,50%, citando un deterioro en las previsiones del indicador.
El CESF destacó que el sistema financiero mexicano ha continuado mostrando resiliencia y que la banca podría realizar una expansión prudente del crédito, lo que ayudaría a la recuperación de la economía.