Los ingresos derivados de la exploración y explotación de hidrocarburos son claves para la estabilidad de las finanzas y la balanza de pagos de y su suspensión representa un riesgo elevado para la sostenibilidad del país, dijo el lunes el Comité de la regla fiscal
Bogotá. Los ingresos derivados de la exploración y explotación de hidrocarburos en Colombia son claves para la estabilidad de las finanzas y la balanza de pagos de Colombia y su suspensión representa un riesgo elevado para la sostenibilidad del país, dijo el lunes el Comité de la regla fiscal.
El organismo destacó que ingresos provenientes del sector de hidrocarburos representan cerca del 40% de las exportaciones, el 20% de la inversión extranjera directa, así como entre el 10 y 20% de los ingresos del Gobierno Nacional Central.
«La alta dependencia de estas transferencias para la Nación hace que una política que suspenda la actividad o desincentive la inversión en el sector represente un riesgo elevado para la sostenibilidad fiscal y cambiaria del país con efectos adversos sobre el desarrollo y el crecimiento económico», dijo en un comunicado el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF).
El pronunciamiento de la entidad se presenta en medio de una alta incertidumbre local por declaraciones confusas, algunas por parte del presidente Gustavo Petro, de prohibir nuevos contratos de exploración de petróleo.
El director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda, José Roberto Acosta, dijo la semana pasada que el Gobierno está analizando un posible cambio en esa posición, debido a la valiosa contribución del sector para las finanzas del país, que ostenta un alto déficit fiscal.
El Comité señaló que la capacidad y el costo de financiar el déficit fiscal y atender el servicio de deuda de la Nación está limitado por la disposición de los acreedores a extender préstamos, sean estos entidades multilaterales o prestamistas a través de los mercados de bonos.
«La certeza sobre los ingresos futuros es indispensable para mantener las fuentes de financiamiento y un adecuado nivel de riesgo», explicó el CARF.
El órgano independiente del Gobierno destacó que la alta carga de la deuda pública representa un riesgo fiscal y macroeconómico y que la coyuntura de tasas de interés, el aumento de la prima de riesgo y la depreciación del peso redundan en tasas de interés más altas para la deuda de la Nación.
«Lo anterior ha generado un aumento significativo de los recursos que se deben asignar al servicio de la deuda. Por lo cual, es importante que la programación de los recursos provenientes de la reforma tributaria se realice en concordancia con la Regla Fiscal y su objetivo de reducir la deuda neta», concluyó.
