Kira Obedinsky intentó huir de Mariupol a pie con sus vecinos y terminó lesionada. Fue llevada a un hospital en una región ocupada por los separatistas que respalda Putin
Kira Obedinsky, de 12 años era una niña alegre, y amada. Tras la guerra quedo huérfana, herida y sola en un hospital controlado por Rusia en el este de Ucrania, que se ha convertido en un peón para la guerra de información de Moscú.
La cadena CNN reconstruyó su historia: la madre de Kira murió cuando ella era bebé y fue criada por su padre, Yevhen Obedinsky, excapitán del equipo nacional de waterpolo de Ucrania, pero fue asesinado a tiros cuando las fuerzas rusas atacaron la ciudad de Mariupol, en el sureste de país, el pasado 17 de marzo.
Ahora el abuelo de Kira, Oleksander, teme no volver a verla nunca más. Dijo que un funcionario del gobierno separatista de Donetsk lo llamó por teléfono y lo invitó a viajar allí para reclamarla, lo cual es imposible debido a la guerra. Habló con el hospital y le dijeron que Kira eventualmente será enviada a un orfanato en Rusia.
El gobierno ruso ha dicho que ha ayudado a trasladar al menos a 60.000 ucranianos a un lugar seguro a través de la frontera rusa. El gobierno ucraniano ha dicho que alrededor de 40.000 han sido reubicados en contra de su voluntad y lo describe como secuestro y deportación forzada.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados estima que más de 433.000 refugiados ucranianos han llegado a Rusia desde el 24 de febrero, cuando las fuerzas rusas invadieron Ucrania.
Funcionarios ucranianos han dicho que miles han sido deportados a la fuerza a territorio ruso después de que las tropas de Putin bloquearon el paso seguro al territorio controlado por Ucrania y trasladaron a los evacuados contra su voluntad a lugares remotos de Rusia.
En declaraciones a CNN, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, acusó a Rusia de obligar a las personas que huían de Mariupol a Rusia.
“Varios miles, decenas de miles, se vieron obligados a evacuar en dirección a la Federación Rusa y no sabemos dónde están, no han dejado ningún rastro de documentos”, dijo el mandatario. “Y entre ellos hay varios miles de niños, queremos saber qué les sucedió. Si gozan de buena salud. Desafortunadamente, simplemente no hay información al respecto”.
Moscú ha asegurado que las deportaciones forzadas no existen, alegando que Ucrania ha obstaculizado sus esfuerzos para “evacuar” a las personas a Rusia.
Pero testimonios de varios ucranianos explican que solo les dieron dos opciones: ir a Rusia o morir. En entrevistas con 10 personas, incluidos los residentes locales de Mariupol y sus seres queridos, muchos describen a los soldados rusos y de las fuerzas separatistas descendiendo a los refugios antibombas y ordenando a los que estaban dentro que se fueran de inmediato.
Ninguno sabía adónde los llevaban. Cinco fueron finalmente enviados a Rusia. Funcionarios ucranianos y estadounidenses y observadores independientes de derechos humanos también alegaron que las tropas rusas y separatistas están procesando a decenas de miles de civiles ucranianos a través de los llamados “campos de filtración” donde son examinados biométricamente y sus teléfonos y documentos son confiscados antes de ser enviados a territorio ruso.
Oleksander dijo que los rusos también se llevaron los documentos de Kira y dijo que se le proporcionarían otros nuevos en Rusia.
Los medios rusos, que repetidamente han minimizado la brutalidad del conflicto en Ucrania, han mostrado un video de Kira hablando alegremente sobre cómo a veces se le permite llamar a su abuelo. Esta es una “prueba” de que no fue secuestrada, según un presentador de televisión ruso, quien calificó la afirmación como otra “falsificación ucraniana”.
Mientras tanto, Oleksander ha recibido un mensaje de audio de Kira diciéndole que no llore. Pero la joven que ha perdido a su familia, su libertad y su hogar en la guerra de Rusia, no puede contener sus propias lágrimas.
“Hace mucho que no te veo”, dice ella. “Quiero llorar.”