Las últimas designaciones diplomáticas de Gustavo Petro (Armando Benedetti para Venezuela, Camilo Romero para Argentina y León Fredy Muñoz para Nicaragua) tienen algo en común: los tres se irán del país dejando deudas pendientes con la justicia.
Las recientes designaciones diplomáticas de Gustavo Petro no pasan por debajo de la mesa. Aunque el nombramiento de Armando Benedetti como embajador en Venezuela acaparó en las últimas horas la atención de la prensa por las implicaciones geopolíticas e ideológicas con el país vecino, el nombramiento podría ser más bien un pasaporte a la impunidad. Pero ese no es el único caso.
Petro también designó al exgobernador de Nariño, Camilo Romero, como embajador en Argentina y al exrepresentante a la Cámara, León Fredy Muñoz, como embajador en Nicaragua. Y los tres tienen algo en común: deudas pendientes con la justicia. ¿Qué pasará con estos casos?
Armando Benedetti
Habría aumentado su patrimonio en al menos 3.000 millones de pesos (800.000 dólares) entre 2002 y 2018. La Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia mantiene una investigación en su contra por el presunto delito de enriquecimiento ilícito. Para el alto tribunal, el incremento de su patrimonio no obedece a ingresos percibidos por su labor en el Congreso. Según expone la providencia, durante 2008 le habrían entrado alrededor de 611 millones de pesos (162.000 dólares) más de lo que reportó en sus ingresos como congresista. Para 2009 sumó 169 millones (45.000 dólares), mientras que para 2014, 2015 y 2016 no tendría como justificar más de 800 millones (215.000 dólares). En la más reciente indagatoria fue citado por supuesto lavado de activos.
Camilo Romero
Fue llamado a juicio disciplinario por parte de la Procuraduría y también fue citado por la Corte Suprema de Justicia, ambos eventos en marzo de este año, por presuntas irregularidades en la firma de un contrato para la venta a crédito y con precios amañados de 80.000 cajas de aguardiente Nariño por un monto superior a los 18.000 millones de pesos (4,2 millones de dólares) durante su gestión como gobernador del departamento de Nariño. El delito lo habría cometido directamente el entonces secretario de Hacienda de la Gobernación, Mario Fernando Benavides, a quien Romero dejó como gobernador encargado durante un viaje fuera de su jurisdicción. La Fiscalía acusó directamente a Benavides y la Procuraduría y la Corte Suprema mantienen abierta la causa contra Romero por omisión de su deber de vigilancia sobre el proceso contractual.
León Fredy Muñoz
Fue detenido en junio de 2018 en el aeropuerto José María Córdova, de Rionegro, que sirve a la ciudad de Medellín, cuando se disponía a viajar hacia Bogotá con 160 gramos de cocaína en su maleta. En 2020 fue acusado formalmente por el presunto delito de narcotráfico. Según su abogado, el dirigente del Partido Verde y excongresista que perdió su curul en el recuento de votos, no acepta los cargos y mantiene una apelación. Su caso ante la Corte Suprema de Justicia sigue abierto, mientras tanto, Muñoz ya logro obtener el “perdón social” del presidente Gustavo Petro que lo premió enviándolo fuera del país para encargarse de la embajada en Nicaragua.
Embajador en EEUU pagó condena por peculado
Y un cuarto caso que no se puede olvidar –aunque ya no tiene causas abiertas– es el de Luis Gilberto Murillo, embajador de Colombia en Estado Unidos designado por Gustavo Petro, quien fue condenado en agosto de 1997 por el Tribunal Superior de Quibdó a seis meses de prisión por el delito de peculado, razón por la cual en 2013 fue anulada su elección como gobernador del departamento del Choco y apartado del cargo. Hoy es el representante diplomático de Colombia ante la primera potencia mundial.
PanamPost
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