La liberación de sustancias radiactivas, puede respectar efectos en la salud, tales como, muertes en los casos más graves, lesiones causadas por el exceso de presión, síndrome de radiaciones acompañado de diversos trastornos, daños en la médula ósea, lesiones en el aparato gastrointestinal, lesiones en el cerebro, cáncer, entre otras.
Cabe resaltar que las afectaciones dependen de que tan expuesta estuvo la persona a las sustancias radioactivas.
Los efectos que pueden causar las armas nucleares en el cuerpo, pueden variar consecutivamente debido a las lesiones producidas por la explosión y las consecuencias de la exposición a las radiaciones, y los problemas de salud provocados por la alteración.
“Los supervivientes a los efectos agudos de la explosión nuclear tendrían todavía que afrontar heridas de evolución tórpida, quemaduras extensas supurantes, infestaciones de la piel, infecciones gastrointestinales y traumatismos psíquicos”.
De acuerdo con un documento emitido por la Organización Mundial de la salud (OMS), la radiación instantánea en el curso de la explosión y la contaminación ambiental prolongada por radiaciones darán lugar a efectos a largo plazo, como son la inducción del cáncer y las lesiones genéticas.
Los supervivientes de la explosión nuclear y las poblaciones de las zonas contaminadas estarán expuestos a tales efectos, sin embargo, el riesgo de la radiación instantánea variará en función de la dosis recibida.
Por ejemplo, una exposición a 1 Gray de irradiación de todo el organismo producirá un riesgo estimado de mortalidad durante toda la vida por todas las formas de cáncer comprendido entre el 4 por ciento y el 11 por ciento de los supervivientes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), tras una guerra nuclear la destrucción y el deterioro de los servicios de salud serían un importante obstáculo para el tratamiento de las víctimas, ya que entre los muertos y heridos habría un alto número de médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud.
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